AGUASCALIENTES, México — Eustolia Guerrero es parte de campañas de limpieza en la pequeña comunidad rural de Los Parga, ubicada en el municipio capital del estado de Aguascalientes. A través de los años, defiende a los árboles de mezquite silvestre en su entorno. Entre uno de sus tantos conocimientos, se encuentra la receta para hacer gorditas con harina de la vaina del árbol nativo de esta zona semidesértica en el altiplano central de México.
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“Aplicar 6 cucharadas de harina de mezquite por cada kilogramo de masa, el agua se va agregando conforme se amasa,” dice.
Guadalupe Castorena Esparza, oriunda de Aguascalientes, tiene una receta para hacer otro producto estrella de la gastronomía mexicana, adaptada al ingrediente hoy inusual.
“Agregar de 6 a 10 cucharadas de harina de mezquite a cada kilogramo de masa de maíz quebradita”, se lee en sus instrucciones.
Como una forma distinta de usar y aprovechar el característico sabor dulce de la vaina, esta se cocina con agua y piloncillo hasta obtener una melaza, que a su vez se mezcla con pinole y se amasa para resultar en una consistencia parecida al tradicional mazapán. Beatriz Osorio Urrutia, del municipio de Jesús María, Aguascalientes, comparte los ingredientes para el postre llamado mezquipán, en alusión al tradicional mazapán.
Estos secretos heredados de la cocina antigua — y muchos más — se documentaron en el libro El Árbol de la Vida: Recetario del Mezquite, editado por el Movimiento Ambiental y Cultural de Aguascalientes en colaboración con la editorial Cerromuerto, proyecto que coordinó quien escribe estas líneas.
Si deseas adquirir un ejemplar físico del recetario, envía un mensaje a la página en Facebook de la Editorial Cerromuerto. Para obtener una copia digital, descárguela aquí, disponible para el público de forma gratuita.
La vaina del mezquite tiene un alto contenido de fibra, azúcar natural, proteína, y casi todos los aminoácidos; es una excelente fuente de vitaminas y minerales, y tiene muy variados usos medicinales y culinarios. Se puede comer sola como dulce, hervir para hacer melaza, o secar y moler para producir harina — en algunas de sus formas más tradicionales.
Además de capturar el conocimiento de la cocción de sus productos, el propósito del libro consiste en la revalorización, la generación de conciencia y el conocimiento en torno a este árbol ancestral que es una especie “bandera” y “sombrilla” a la vez. Estos términos refieren a la flora o fauna representativa en la estrategia de defensa a muchas otras especies tal vez menos conocidas. El concepto bandera implica que ha sido adoptado por generaciones de defensoras del ambiente. En el caso del mezquite, la especie tiene un profundo arraigo en diferentes culturas por los usos que se han originado a partir del aprovechamiento de todas sus partes.
En relación con su importancia ecológica, sus raíces fijan el nitrógeno al suelo y evitan su erosión. Está adaptado para obtener y hacer uso eficiente del agua y es casi independiente del agua superficial. Su sistema radicular permite la captación de agua aun donde la capa freática es muy profunda; sus hojas economizan el agua; posee una de las capacidades fotosintéticas más altas de las plantas de la región; ofrece sombra, alimento y guarida a diferentes especies de fauna.
Defender la permanencia de un mezquite permite que cumpla con su función de proveer un microhábitat para otras especies que, en su ausencia y en condiciones extremas de climas áridos, no prosperarían. Las diferentes culturas lo han usado para guiarse en la búsqueda de fuentes de agua, porque sus raíces se pueden alimentar de agua freática.
Actualmente, en la organización Salvemos La Pona, buscamos la manera de mostrar a la sociedad los daños hechos a otra mezquitera en la región, el último bosque de mezquite de la ciudad de Aguascalientes. Se trata de sumar simpatizantes al argumento de que defender la mezquitera La Pona es parte del ejercicio del derecho humano colectivo a un ambiente sano . Con este fin, mantenemos un monitoreo para detectar la posible aprobación de permisos de construcción o intervenciones ilícitas.
Hacemos revisión semanal de las gacetas ambientales de Semarnat y secretaría de medio ambiente del estado, ya que ahí ingresan las Manifestaciones de Impacto Ambiental para solicitar cambios de uso de suelo. Tenemos comunicaciones con vecinas de La Pona para que avisen si entra maquinaria, si hay incendios para reportar a bomberos, o cualquier otro incidente. Realizamos solicitudes de información por la Plataforma Nacional de Transparencia para saber si se ha dado licencia de construcción por parte del municipio.
Recientemente planeamos hacer intervenciones directas para cuidar el lugar y continuar difundiendo su importancia histórica, cultural y biológica. Además, buscamos tener comunicación con fuentes de información confiables y actualizadas para conocer de cualquier actividad del gobierno municipal o estatal que afectaría a la mezquitera. Por lo tanto, estamos al pendiente de las actualizaciones de planes de desarrollo y del catálogo de Áreas Prioritarias para la Conservación, principalmente.
El mezquite, así como las demás especies de vegetación nativas, tienen estatus de protegida por el Reglamento de Protección al Ambiente del Ayuntamiento de Aguascalientes. Por eso, es obligatorio garantizar la permanencia de este árbol cuando se encuentre en proyectos de construcción y otros desarrollos urbanísticos. Incluso, se especifica que “los árboles mayores de 30 años o de diámetro mayor de 50 centímetros medido a 1.20 metros de altura sólo podrán ser trasplantados con autorización expresa del gobierno municipal”.
De cualquier manera, existe la posibilidad de tramitar y obtener permiso por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del municipio para derribar a los árboles cuando no exista otra alternativa que evite dicha actividad. Habría que sumar a esto el subregistro de los árboles sobre los que no se tramita permiso para su remoción. En el caso de La Pona, los daños a los mezquites ahora tienen que ver con los incendios forestales.
Como respuesta a la falta de protección definitiva e integral de la mezquitera, en 2016, un grupo de personas incluida esta autora conformamos la organización Salvemos La Pona. Desde entonces, llevamos a cabo campañas para socializar el estatus de la mezquitera, y así, combatir con información la desconexión ciudadana que se da en connivencia con gobiernos omisos a las principales problemáticas ambientales — tales como la deforestación, la erosión del suelo y la desertificación.
El motivo fundacional de nuestra organización se dio con la noticia de que sólo una tercera parte del territorio actual — que cuenta con 31.4 hectáreas —, sería conservada. Así, 20 hectáreas pasarían a urbanizarse. Hasta ahora eso no ha sucedido, pero sí, hubo trámites que apuntalaron una futura devastación como explicaré a continuación.
En 2014, La Pona fue incluida en el Catálogo de Áreas Prioritarias para la Conservación (APC) del estado con la totalidad de hectáreas del bosque. Esta protección establece que, en dichas áreas, la construcción de nuevos centros de población está prohibida. No implica plan de manejo ni recursos para su cuidado, pero sí restringe posibles usos, ya que deben ser compatibles con actividades de conservación.
En el año 2018, tras años de negociación con una administración municipal previa, el proyecto se concretó con la presidenta municipal, María Teresa Jiménez Esquivel, y las empresas supuestamente propietarias de la mezquitera, Inmobiliaria Próxima SA de CV y Patrimonio SA de CV SOFOM ENR. Las empresas acordaron donar la tercera parte antes mencionada, que equivale a 11.4 hectáreas, bajo la condición de que el cabildo modificara el Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Aguascalientes 2040, para que las 20 hectáreas en juego fueran recategorizadas para su urbanización.
Como consecuencia, sólo la tercera parte de la Pona fue declarada Área Natural Protegida (ANP).
El Parque de La Pona está en medio de la mezquitera, en donde la vegetación ha sido desmontada a grado tal que perdió sus características relictuales de bosque nativo, es decir, que mezquites y huizaches (entre otras especies nativas) fueron talados y reemplazados por árboles exóticos. Sin embargo, el municipio lo adhirió al ANP para conformar un total de 17.4 hectáreas. Es decir que a 11.4 hectáreas de la mezquitera donada, se sumaron 6 hectáreas del parque.
En julio del año 2020, la Secretaría de Medio Ambiente del estado publicó una nueva versión del Catálogo de Áreas Prioritarias para la Conservación, en el cual se ratificó el total de La Pona (31.4 has) en dicho listado y quedó como único blindaje integral a la mezquitera. Esto es insuficiente porque las áreas prioritarias no incluyen plan de manejo ni recursos para la conservación del lugar, su declaratoria sólo impide la construcción de nuevos centros poblacionales.
Previendo este panorama, en 2016 impulsamos una campaña galardonada con el premio Dolores Jiménez y Muro de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Aguascalientes, con la cual hablamos de la defensa de La Pona, como parte del ejercicio del derecho humano a un medio ambiente sano.
Es importante señalar que desde 2011, los derechos humanos estipulados en las convenciones y tratados internacionales se integraron a la Constitución Mexicana, con lo cual, todas las autoridades del país quedaron obligadas a difundirlos, respetarlos, garantizarlos y repararlos. Desde entonces, las defensoras y defensores del ambiente han ganado amparos para la protección de sitios de gran importancia biológica y ecológica, como el caso del manglar Tajamar en Cancún, Quintana Roo.
Antes de este avance, no había certeza jurídica para defender el ambiente, y primaba el derecho a la propiedad privada. Esto en conjunto con otras condiciones, llevó a que La Pona fuera devastada gradualmente, hectárea por hectárea, sepultada por escombros y degradada como espacio público que formó parte de la zona del Ex Ejido Ojocaliente, del cual brotaban aguas termales y que dio nombre a este estado: Aguascalientes.
Navegando por Google Earth se puede observar que de 2007 a 2009 hubo un cambio importante en La Pona, ya que una buena parte fue urbanizada — en total tres hectáreas de lo que hoy conocemos como Fraccionamiento Nueva Alameda. Esto se debe a que, en el año 2007, se hizo público que los propietarios se ampararon contra el cabildo. Ganaron por una modificación que este último hiciera al uso de suelo con la intención de proteger como zona de preservación ecológica, luego de que la administración de 1999-2001, le hubiera dado uso mixto habitacional.
En dicho contexto, SOS Mezquitera La Pona AC se movilizó en una carrera de largo aliento en la defensa de este bosque. Ya ha promovido diferentes acciones como consultas ciudadanas a través de recolección de firmas, participación en foros, en Consejos Ciudadanos, en campañas sociales y difusión mediática, entre otras.
Para el año 2010, esta y otras organizaciones colaboraron con el gobierno capitalino en la elaboración del Estudio Previo Técnico Justificativo, en un intento fallido por declarar a La Pona como Área Natural Protegida de carácter municipal. El 18 de marzo del mismo año, estarían anunciando en medios de comunicación que la mezquitera había recibido la declaratoria en un acto de cabildo. Sin embargo, el 24 de junio del 2010, se difundió que el entonces Instituto de Medio Ambiente del Estado (ahora Secretaría de Sustentabilidad, Medio Ambiente y Agua del estado) informó a su vez a activistas, que la petición del municipio para la declaratoria fue invalidada por improcedente desde lo estipulado en el Código Urbano.
Actualmente, la industria inmobiliaria insiste en despojar de los últimos terrenos forestales, desmontando previamente, para obtener cambios de uso de suelo — alegando en las manifestaciones de impacto ambiental que son terrenos sin vocación forestal. Usualmente se otorgan sin tomar en cuenta la vocación original del suelo, pues en realidad, el cambio ya ha sido considerado para ello desde los planes de desarrollo urbano. Los municipios directamente tienen la última palabra, siempre que la ciudadanía no intervenga.
Por ello, es imperante incidir en la planeación a la hora de decidir sobre la permanencia de los árboles nativos. Activar la memoria colectiva afina la estrategia de defensa basada en los rasgos culturales. La premisa es esencial: Los árboles nativos son adaptados por los procesos evolutivos que les han permitido sobrevivir al clima semidesértico del que son parte; nos salvan, pero también salvaron a nuestros antepasados y podrían salvar a nuestra descendencia.
Sofía González-Ponce es la fundadora de la colectiva Salvemos La Pona. Licenciada en comunicación e información por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y maestra en investigaciones sociales y humanísticas por la misma casa de estudios, es activista ecofeminista y acompañante de personas y procesos para la defensa de derechos humanos.
Este artículo fue informado y escrito con el generoso apoyo de The One Foundation.
Las culturas prehispánicas habitantes de los desiertos conocían y veneraban las propiedades del mezquite, tanto que lo nombraron “Árbol de la Vida”. Estos pueblos han aprovechado todas sus partes para diferentes fines, ha sido fuente primaria de alimento, combustible, abrigo, armas, herramientas diversas, fibras, tintura, cosméticos, medicina, muebles, y forraje, entre otros.
Sofía González-Ponce es la fundadora de la colectiva Salvemos La Pona. Licenciada en comunicación e información por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y maestra en investigaciones sociales y humanísticas por la misma casa de estudios, es activista ecofeminista y acompañante de personas y procesos para la defensa de derechos humanos.
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COMO PODEMOS AYUDAR COMO CIUDADANOS DE AGUASCALIENTES A PROTEJER LA PONA. NO ES JUSTO!
Muchas gracias Maria por preguntar. Voy a pasar tu mensaje a la autora, Sofía González Ponce, que trabaja muy de cerca con los defensores. Un abrazo – ¡Salvemos La Pona!
Cuentan con algún número telefónico? Ya que rumbo a Miravalle de Paso Blanco, desde LaCarreta, sofocación con escombro nopaleras y están por por deforestar árboles centenarios, por construir casitas de INFONAVIT
Gracias
Hola Amigo, Gracias por tu vigilancia. Voy a pasar tu mensaje a la autora de la historia, espero que te puede orientar. Es una verdadera lastima. Saludos.
Hola, me gustaria contactarme con la aurora de este documento por favor. Nosotros trabajamos con mezquite. gracias
Hola Zinniah! Con mucho gusto te voy a poner en contacto con Sofia, la autora de esta pieza. Ella te puede poner en contacto con Aurora. Saludos!
Buenas tardes, mi nombre es Enrique Salazar y estoy interesado en un ejemplar impreso del recetario o información que pueda distribuir en el municipio de Poncitlán, Jalisco donde tenemos una población cada vez menor de mezquites y otros árboles nativos que debemos preservar. No tengo página de Facebook por eso me pongo en contacto a través de este medio
Hola, al norte de la ciudad de Aguascalientes en el arroyo la Hacienda, el Sr. José Luis Gallardo (aguacatero de Michoacan) del Fraccionamiento La paloma, da mantenimiento al tramo del arroyo entre Av. Independencia y Av Zaragoza, el mantenimiento incluye plantado y poda de pasto y reforestación con Fresnos y Pinos entre otras especies. En dicho tramo existen varios mezquites, que en temporada de lluvias, o tormentas severas, algunos se ven afectados con daños en sus ramas. El municipio de Aguascalientes le facilita a Don Luis una cuadrilla en época de lluvias, misma que hace lo que el Señor quiere podando y cortando cuanta rama estorba para el crecimiento de sus fresnos, habiendo incluso Talado algunos Mezquites con troncos de hasta 72cm (Año 2024), argumentando que el árbol estaba partido. ( Si bien esos arboles tenían algún daño en su tronco, NO AMERITABAN CORTARLOS A 1 metro de altura, con una poda era suficiente para ayudarle a un árbol con mas de 120 años de antigüedad. El pasado 30 de agosto de 2023, empezaron a talar arboles este año de nueva cuenta…..Ojala a alguién mas le importara orientar a esta persona sobre como realizar dicha poda sin llegar a talar… No se si ellos en Michoacan acostumbran talar los arboles afectados por un mal temporal, pero al menos aquí en Aguascalientes, conozco muchos mezquites que sufren la caída de una rama y el árbol permanece muchos años más en pie.