Tras cuatro años de lucha, la comunidad Wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán en Mezquitic Jalisco recibirá directamente los recursos federales para administrarlos sin intervención de funcionarios ni partidos políticos. Y lo harán con mujeres en la mesa bajo un acuerdo de paridad de género, una rareza entre los gobiernos indígenas y, de hecho, en los gobiernos en general.

En un paso contundente contra la corrupción y la discriminación, San Sebastián realizó una histórica votación el 11 de junio para recibir y administrar directamente su porcentaje de los recursos públicos correspondientes al municipio, sumándose a las filas de un número creciente de comunidades indígenas: la comunidad purépecha de Pichátaro, Michoacán, y la comunidad otomí de Pahuatlán, Puebla, entre otros. San Sebastián es la misma comunidad comprometida en una lucha centenaria por recuperar 11,000 hectáreas de tierras robadas, habiendo completado recientemente una marcha de 900 kilómetros hasta Palacio Nacional para exigir una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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“Los pueblos indígenas no tenemos porqué mendigar justicia”: Caravana Wixárika

En entrevista para The Esperanza Project, el Licenciado Oscar ‘Ukeme Bautista Muñoz coordinador general de la Comisión de Libre Determinación y Autonomía de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños, explicó el origen e importancia de esta consulta. 

En 2018, San Sebastián fue noticia por boicotear las elecciones federales. Y como no votaron, parte de los fondos federales a los que tenían derecho nunca llegaron, porque los funcionarios del gobierno dijeron que habían perdido el derecho a recibirlos.

“Hubo un proceso interno de reflexión profunda y de debate, de qué significaban los partidos políticos, los gobiernos municipales, estatales, federales, que nunca resolvían las problemáticas de nuestra comunidad.”

Analizaron el papel de los políticos, de los que los representan; de cómo los que estaban en los cargos municipales solamente se aprovechaban de los recursos que recibían a nombre de los ciudadanos, y los recursos municipales nunca llegaban a la comunidad, dijo ‘Ukeme. No existen servicios públicos adecuados en ninguna de las comunidades Wixárikas, mientras que en las cabeceras municipales sí. 

“Ahí llegan los recursos, y ellos sí viven bien, con luz eléctrica, con los servicios de agua potable, recolección de basura y demás obligaciones que tiene el Ayuntamiento. Ellos sí tienen seguridad pública, tienen patrullas, etcétera. En la comunidad no, nada de eso. Y siempre hemos sufrido una discriminación presupuestal. 

Los recursos nunca llegan como son, solamente llegan a unos cuantos y sólo llegan los apoyos a los amigos de los políticos en turno. Sólo se hacen ricos los que llegan a los cargos municipales. Los regidores, aunque son hermanos Wixaritari, casi nunca defendieron los intereses de la comunidad, solamente sus intereses particulares y solamente a sus partidos políticos. Aunque hermanos Wixaritari llegaron incluso a ser presidentes municipales, tampoco le hicieron justicia a su comunidad. 

Entonces, en todo ese esfuerzo de reflexión, también se habló de cómo los partidos políticos nos dividían al interior de la comunidad. Cómo entre familias ya no nos hablábamos; había pleitos por los partidos políticos en la comunidad. 

Por ello decidimos solicitar que los ayuntamientos de Mezquitic y Bolaños nos entregaran los recursos de manera directa, el porcentaje que corresponde a nuestra comunidad, con base a nuestros derechos de libre determinación y autonomía. Y nosotros ser los responsables de esos recursos de la transparencia, rendición de cuentas, comprobaciones y demás, como cualquier dinero público.

“Los ayuntamientos, por supuesto, se negaron, no nos contestaron, nos ignoraron, nos respondieron que eso no existía, que en México no hay esos derechos. Entonces iniciamos un proceso judicial contra los ayuntamientos y en 2019 les ganamos jurídicamente, en tribunales. Entonces los ayuntamientos se vieron obligados a entregarnos los recursos de manera directa. También se ordenó en las sentencias que se tendría que hacer una consulta en donde en conjunto con los ayuntamientos e instituciones se iba a definir cuánto dinero nos iban a entregar, cuánto porcentaje, cómo nos los iban a entregar.”

Con la llegada de la pandemia en 2020, la consulta quedó en suspenso. En 2021 hubo elecciones estatales y federales por la diputación, y el Instituto Electoral, que es el organismo encargado de organizar la consulta, estuvo muy ocupado. ‘Ukeme también sospecha que hubo interferencia de los gobiernos locales, que presentaron una variedad de apelaciones legales.

“Entonces apenas este año 2022 volvimos a reiniciar todos los procesos y una de esas consultas se realizó este sábado en San Sebastián, donde las autoridades tradicionales, agrarias y comisarios de las 18 localidades que integran la comunidad decidieron de manera unánime administrar los recursos de manera directa.

Y así fue como el 11 de junio, San Sebastián se convirtió en la primera comunidad indígena de Jalisco en votar para recibir directamente su parte del financiamiento federal, alrededor de 60 millones de pesos al año, “para crear un verdadero desarrollo comunitario, y no solo para unos pocos, como ha venido ocurriendo con los partidos políticos”, dijo ‘Ukeme.

“Por eso este es un logro histórico que nosotros participativamente decidamos en conjunto qué rumbo queremos y cómo queremos que se implementen los recursos que nos pertenecen, ya que somos nosotros los dueños de esos dineros, porque pagamos impuestos, seguimos perteneciendo a este país. Y va a ser un gran ejemplo para el Estado de Jalisco y para otras comunidades indígenas.

Resulta que las comunidades tienen ese derecho en México, con base al artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,a optar por ejercer los recursos económicos de manera directa. Los ayuntamientos incluso dijeron que la Constitución no dice eso. Pero San Sebastián llevó la petición a los tribunales y ganó. 

“Ellos nos decían que nosotros no sabemos manejar estos recursos, que no tenemos las mismas capacidades intelectuales, pero por supuesto que eso es mentira. Nosotros los indígenas también tenemos esas capacidades para manejar recursos públicos, para administrarlos, para ejercerlos como debe de ser realmente, que lleguen a la comunidad, que realmente se implementen en los bienes y servicios. Entonces, a más de un siglo de creados estos dos municipios por primera vez, vamos a tener ese derecho de nosotros decidir nuestro rumbo como comunidad. 

“Va a ser un reto manejar estos recursos porque tenemos que ser ejemplo para otras comunidades. Pero claro que todo esto lo podemos hacer. 

Otro aspecto histórico de la nueva iniciativa es que la Junta Directiva que será responsable de administrar los recursos municipales está compuesta por un 50 por ciento de mujeres y un 50 por ciento de hombres. Los primeros tres años el directorio será coordinado por un hombre, pero en base a los acuerdos, en tres años será reemplazado por una mujer.

“Tristemente todavía en las comunidades indígenas hay mucho rezago en el tema de la paridad.” Dijo ‘Ukeme. “Entonces creo que esa es una importante reflexión, porque a veces las mujeres nada más ocupan cargos segundos, no están en los poderes de decisión. Entonces es algo histórico que la comunidad está haciendo”

La iniciativa también promueve la diversidad de otras maneras. “Este consejo de administración está integrado por jóvenes, profesionistas, mayores y algunos que no tuvieron la oportunidad de estudiar, entonces va a ser algo interesante también de que nos estamos uniendo, nos estamos integrando.”

El siguiente paso, dice ‘Ukeme, es crear un municipio Wixárika, un municipio indígena donde por usos y costumbres elijamos a los ayuntamientos donde somos mayoría y no a través de partidos políticos. La Comisión de Libre Determinación y Autonomía que ‘Ukeme dirige, está demandando el tema de participación indígena en Jalisco para poder llegar al Congreso del Estado, para que indígenas migrantes en otros municipios donde son minoría se vean representados en los cabildos, entre otros temas.

“Para mí es un orgullo pertenecer a esta comunidad Wixárika de San Sebastián y Tuxpan, que se ha caracterizado por luchar por sus derechos, como quedó manifestado en la marcha de 30 días caminando a pie, más de 900 kilómetros en busca de justicia. Y también nuestra comunidad está haciendo otras luchas en otros frentes, no sólo el tema de tierras. Nuestra comunidad está luchando por el ejercicio de sus derechos con diferentes comuneros, diferentes comisiones, pues es gracias a la determinación de todas y todos, comuneros y comuneras, ciudadanos y ciudadanas, jóvenes, niños, todos estamos unidos por luchar por una justicia en todos los aspectos.”

“Los pueblos indígenas originarios de México y del mundo no debemos vivir en la opresión, en la injusticia. Tenemos derecho a un desarrollo pleno, a decidir nuestro rumbo y ejercer nuestros derechos de libre determinación y autonomía.”

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