By Fernando Ausin-Gómez
FINDHORN, Scotland — Ha concluido la Cumbre del 20º aniversario de la Red Global de Ecoaldeas (GEN+20): “Celebrando Nuestra Diversidad,” que durante la semana del 6 al 10 de julio tuvo lugar en la ecoaldea de Findhorn, Escocia, con el objetivo de consolidar una red fructífera en todos los continentes, compartiendo aprendizajes, experiencias, retos y logros de los últimos 20 años, y co-creando planes estratégicos para un futuro común.
La visión de este encuentro es ayudar a “mantener un espacio para la solidaridad global, para el apoyo ante los desastres naturales, para ayudar a enverdecer las escuelas y para realizar trabajos hacia la sustentabilidad que lleguen a todos los sectores de la sociedad,” Kosha Joubert, Presidente de GEN Internacional desde el 2008 y la nueva Directora Ejecutiva de GEN. “La Red Global de Ecoaldeas nos sirve para apoyarnos en tiempos de necesidad.”
Sin lugar a dudas este sentimiento de común-unidad fue uno de los pilares de la Cumbre; donde aproximadamente 400 participantes de 70 países co-creamos una comunidad global temporal a lo largo de una semana—demostrando mediante nuestro ejemplo, que convivir, trabajar, y celebrar nuestros logros son los pilares de la sustentabilidad.
Y Robert Gilman, uno de los fundadores de GEN hace 20 años y quien acuñó el término ecoaldea, sabiamente agregó: “Somos las semillas del futuro interconectándonos.” Sin embargo, la pregunta que se planteó desde un comienzo fue: “¿Cómo podemos sustentarnos, hacer que nuestros hijos se enorgullezcan de nosotros y de nuestro trabajo, y a la vez re-conectarnos espiritualmente con este mundo?” Dado el grado de complejidad que esta labor personal, social y ambiental requiere, nos dimos a la tarea durante cinco días de intentar contestar a estas preguntas.
Desde Latinoamérica fuimos bien representados por 9 delegados provenientes de Argentina (Sebastián Pibi), Brasil (Leticia Rigatti), Colombia (Beatriz Arjona y Margarita Zethelius), México (Alberto Ruz y Fernando Ausin), Uruguay (Lucia Battegazzore) y del eco-nomadismo continental (Ryan Luckey). Conformados en CASA—el Consejo de Asentamientos Sustentables de las Américas—somos una combinación de abuelos del movimiento eco-aldeano, caravaneros internacionales, formadores de permacultura, diseñadores de ecoaldeas, educadores hacia la sustentabilidad, promotores de proyectos productivos, revitalizadores de las culturas ancestrales, y artivistas, entre otros.
Nacimos de una vuelta de la espiral del tiempo en los años ’60, cuando la avanzada de esa generación de jóvenes inconformes realizó un rompimiento radical con el “estatus quo” y que hoy, medio siglo más tarde, nos enlazamos intercontinentalmente con las nuevas generaciones, con la misión principal de reconectarnos para rescatar los mejores valores ancestrales de nuestros territorios y contribuir a una sanación planetaria. Como CASA, nuestro aporte principal es el de inspirar acciones hacia la reconciliación personal, social y ambiental, utilizando el amor, el entendimiento y la compasión como nuestras municiones principales. Durante nuestro último encuentro, el ECCO (Encuentro de CASA en Aldea Feliz, Colombia), llevado a cabo en la última semana de Junio, logramos articularnos siguiendo una metodología sociocrática y participativa que obtuvo unos logros muy tangibles, que todos los participantes de GEN+20 aplaudieron con entusiasmo.
Si bien nuestras acciones locales son de gran importancia, ¿por qué es importante conectarnos a nivel global?” Sabemos que es necesario actuar localmente y pensar globalmente, y estos días en la Cumbre nos han ayudado a revisar nuestras perspectivas, localizar aliados y reconocer que no estamos solos, y que a través de todo el mundo hay miles de agentes del cambio propositivo, sembradores y polinizadores de ideas, y regeneradores de tierras y sociedades como nosotros. Entendemos más claramente que si queremos co-crear un nuevo paradigma, necesitamos fortalecer y empoderar estas alianzas de apoyo mutuo y colectivo.
Al comenzar la Cumbre tuvimos la oportunidad de ver un video del inicio de esta Red en 1995, y notamos que las actividades, la comunicación, las intenciones y las metas de hace 20 años no son solo muy parecidas, sino que exactamente las mismas que tenemos hoy en día. Y ante esta constatación de que estamos hablando el mismo discurso de entonces, nos preguntamos lógicamente: “Entonces, ¿qué se ha logrado en 20 años de este movimiento?” Algunos contestaron que la red ha logrado manifestar sueños que parecían lejanamente utópicos, para convertirlos en una realidad tangible y cuantificable.
Pues bien, los resultados hablan por sí mismos…
Comenzando con el hecho de que GEN ha sido un miembro consultivo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en sus comités del Consejo Económico y Social (ECOSOC) y el Instituto de las Naciones Unidas para la Capacitación e Investigación (UNITAR) desde el año 2000, y así lleva años maniobrando estratégicamente su incidencia política a nivel global. Adicionalmente, desde hace 10 años se lanzó el programa educativo hacia la sustentabilidad denominado “Gaia Education” en una reunión de GEN, y mediante el arduo trabajo de docenas de sus permacultores y educadores conscientes han podido obtener logros significativos en los paradigmas educativos mundiales.
The EDE (Ecovillage Design Education and Educational Design for Ecovillage) program has been conducted in over 34 countries, reaching more than 5,000 people to create a more sustainable society through hundreds of courses, workshops, conferences, events and presentations.
El programa EDE (Ecovillage Education Design o Diseño Educativo para Ecoaldeas) se ha llevado a cabo en más de 34 países llegando a más de 5,000 personas para crear una sociedad más sustentable a través de cientos de cursos, talleres, conferencias, eventos y presentaciones. Además, gracias al trabajo de GEN y tomando como modelo a CLUNY, la Universidad en sitio de la Fundación Findhorn, las prácticas de la sustentabilidad hoy en día se han llevado a escuelas e instituciones Universitarias de distintos países del mundo, y ya están en proceso de incorporar los principios y valores de Gaia Education a currículas escolares. En países como Senegal, en África, el gobierno colabora con GEN a través de su Agencia Nacional de Ecoaldeas para implementar 14,000 ecoaldeas en pueblos tradicionales a lo largo de todo su territorio. Y así se van desarrollando las iniciativas, los grupos, las redes regionales, nacionales e intercontinentales, como CASA, que por sí mismas hablan de los logros y la integridad de este movimiento global.
Nos encontramos en un momento muy especial de la historia, ya que días previos al comenzar la reunión de la GEN+20, el Papa Francisco hizo pública su encíclica, “Laudato Si,” que consiste en el mandato global más eco-revolucionario que la Iglesia Católica ha enviado desde su constitución en favor del cuidado y regeneración de la Madre Tierra. Este documento enviado no solo a sus feligreses sino a toda la humanidad, señala directamente a los principales causantes de los desastres sociales, ambientales y económicos y conmina a la sociedad a organizarse para detenerlos. Los gobiernos y las trasnacionales más expansivas, que ya no encuentran cómo satisfacer las necesidades ilimitadas de los mercados, y siguiendo una lógica de extractivismo y consumo irracional creciente están dando señales de que se tienen que realizar cambios de paradigma muy profundos.
E incluso en países como los Estados Unidos, hoy en día se comienzan a abrir cada vez más las puertas a la diversidad y apertura de pensamiento, sexo y credo. En general, como miembros de una misma comunidad humana, cada vez más nos percatamos de la necesidad de re-conectarnos con los ciclos naturales de la vida, y de realizar cambios en nuestros consumos, cuidados y acciones, haciéndonos más conscientes de nuestro impacto negativo en el entorno social y ambiental. Vamos por buen camino. Una de las citas que se mencionó en la Cumbre fue que: “El futuro es más silencioso que el presente; solo tenemos que sintonizarnos a esa vibración para escucharlo.” La pregunta que nos hacíamos constantemente durante la Cumbre sigue sin respuesta: “¿Lo estamos haciendo bien y suficientemente rápido?”
Los líderes del movimiento de GEN dialogando con algunos expertos en los mundos de negocios y asesorías profesionales, repetían constantemente que nuestra misión debería ser “¿Cómo agregar valor a la sociedad mediante nuestras actividades y, a la par, ser económicamente sustentables? Es decir, ¿cómo podemos maximizar nuestro potencial de alcance y efectividad en el mundo y a la vez ser reconocidos económicamente por nuestra labor en un mercado que no premia la filantropía ni el servicio sino a los mayores explotadores de los recursos naturales y humanos?
La visión de la GEN ante los retos actuales y para los próximos años es seguir expandiendo la Red, ayudar a implementar nuevas eco-aldeas en sitios como los campamentos de refugiados internacionales, y crear así más y más oasis de vida en muchos países, cristalizando la promesa de una paz planetaria en una realidad tangible.
Las metas son claras: ayudar a crear de 10,000 a 20,000 nuevos asentamientos sustentables en más de 100 países que funjan como ejemplos de regeneración y resiliencia hacia un mundo mejor. Y para poder lograr eso, necesitamos profesionalizar nuestra organización, incrementar nuestro portafolio de servicios educativos, consultorías profesionales, incluyendo planes de negocio, metas estratégicas y objetivos loables. Además de ello, necesitamos reinventar nuestra organización para lograr un modelo más participativo, incluyente, sociocrático y que sea justo para tod@s l@s participantes y miembros de la organización. A la vez, los tiempos demandan una interconectividad constante mediante servicios tecnológicos de punta, foros digitales, y espacios para compartir prácticas y soluciones mediante la web. Tendremos que crear conferencias conjuntas que inspiren a la acción, propuestas para consolidar la base financiera y social y para tener mayor impacto en el ámbito político, entre otras muchas cosas.
Distintos líderes latinoamericanos están desarrollando una estrategia de alcance nacional y global para conseguir la implementación de los Derechos a la Madre Tierra como una ley holística que revalúa lo ancestral y lo sagrado para aplicarlos en el complejo contexto de nuestro mundo actual—cambio radical de un enfoque legislativo antropocéntrico a uno biocéntrico y un paso fundamental para la sobrevivencia humana en este que llamamos planeta, pero que estamos comenzando a recordar que es un ente vivo, nuestra casa y madre común, la Pachamama.
Los donantes principales a la Red Global de Ecoaldeas, Ross y Hildur Jackson (mediante la Fundación “Gaia Trust”) al ver los resultados obtenidos de la Red en estos 20 años y el compromiso de sus participantes, así como el largo y arduo camino que aún falta por recorrer, decidieron comenzar la Cumbre con la noticia de que incrementarán significativamente su apoyo financiero casi un 300%. Repartieron además el “Premio Global de Excelencia” como reconocimiento y premio económico a tres de los proyectos con más impacto global en este año; el proyecto Común Tierra de nuestros hermanos Leticia Rigatti y Ryan Luckey de CASA, un centro educativo y ecoaldea en el Camerún, y una incubadoras de ecoaldeas en España. Y para terminar esta reseña, informamos que los representantes que fueron elegidos para liderar a GEN por los próximos años y nos ayudarán a sintonizarnos con esas realidades, son el nuevo presidente de GEN, Daniel Greenberg de GEN-Estados Unidos y nuestra hermana Beatriz Arjona de CASA Colombia, como vice-presidenta. Si como bien dijeron los fundadores de GEN, somos “el pulso de la Tierra vibrando mediante nosotros mismos”, estamos poco a poco descifrando las pistas para tomar nuestras decisiones diarias y para la construcción de una cultura de paz con nosotros mismos, con los otros y con la Madre Tierra. Y aún tenemos mucho trabajo por delante….
Latinoamérica unida con el mundo natural y social, por siempre será sustentable!
Como anécdota interesante… algunos de nosotros fuimos a la GEN+20 después del Encuentro de CASA Continental en Colombia; algunos otros subimos a visitar a los mamos, abuelos sabios de las comunidades Kogi de la Sierra de Santa Marta en Colombia. Dentro del marco de la GEN+20, se mostró la película “Aluna” recontando la profecía y alerta de necesidad del cambio que los abuelos Kogis enfatizan a la humanidad hoy en día—un documental altamente recomendado. Mientras tanto, en Colombia, los mamos Kogis contaban que según sus abuelos, llegarían los tiempos cuando las personas de barbas y pelos largos llegarían a sus montañas, y esa sería la señal de hermanamiento e igualdad entre sus comunidades y las de los extranjeros… ya que tenemos mucho trabajo por hacer.
En el encuentro GEN +20 también compartimos como estamos integrando nuevas propuestas como la sociocracia con metodologías y saberes ancestrales como el Shewa de los hermanos Aruacos (un grupo tribal cercanamente relacionado con los Kogis, que tambien viven in las montañas altas de Colombia), como lo hicimos en el ECCO. Indudablemente, los mundos indígenas y occidentales coinciden nuevamente que los tiempos de igualdad y trabajo conjunto ha llegado, desde el puente de Escocia a Colombia y llegando a todo el mundo!
Fernando Ausín-Gómez es un educador, escritor y sanador nómada basado en Amatlán, Morelos, México. Es uno de dos representantes mexicanos para CASA (Consejo de Asentimientos Sustentables de las Americas), ante la Red Global de Ecoaldeas (Global Ecovillage Network). Ecovillage Network.
Alberto Ruz Buenfil, Leticia Rigatti and Ryan Luckey colaboraron con este reportaje.
Con fotografía de Fernando Ausin, Leticia Rigatti, Ryan Luckey, Alberto Ruz, Christopher Kindig y Ralf Krause.
Traducción: Tracy L. Barnett
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