Después de siglos de colonización y décadas de marginación científica, una organización indígena lidera el diálogo global sobre la investigación de la quinua y granos andinos, actualmente considerados súper alimentos y alternativa frente a la pobreza y desnutrición.
Por Alan Adams y Nicolás Pichazaca
En septiembre de 2025, los principales investigadores, científicos y sabios productores/as de quinua y granos andinos del mundo se reunirán no en un moderno centro de conferencias o campus universitario, sino en la tierra ancestral milenaria del pueblo Kañari Kichwa en el sur del Ecuador. Por primera vez en su historia, el IX Congreso Mundial de la Quinua Y Simposio Internacional de Granos Andinos será organizado por una organización indígena – la Asociación Mushuk Yuyay, marcando un profundo cambio en quién configura la conversación global sobre estos granos ancestrales.
El tema del congreso, en los pueblos andinos, también conocido como “TAWA INTI SUYU” (Cuatro Regiones Bajo el Sol), señala esta transformación. Mientras que los congresos anteriores se centraron principalmente en la investigación científica y las aplicaciones comerciales, esta reunión entretejerá el conocimiento ancestral, la celebración cultural y la ciencia moderna. La cultura vivida comunitaria manifestadas en la alimentación saludable comunitaria, la memoria oral, la danza, la música y otras expresiones culturales compartirán igual protagonismo con las presentaciones de investigación y las discusiones técnicas y/o científicos.
Este hito surgió de un momento tranquilo, primero el líder fundador participó en IV Congreso Mundial de Quinua en Ibarra – Ecuador, después de 10 años en el VIII Congreso Mundial de la Quinua en Potosí, Bolivia, donde tres miembros de la Nación Kañari – representando a la Mushuk Yuyay el administrador, líder fundador y un productor – compartieron sus experiencias de combinar prácticas agrícolas tradicionales con investigación participativa. Su presentación resonó tan profundamente que los organizadores del congreso tomaron un paso sin precedentes: invitar a una organización de agricultores indígenas a ser anfitriona del próximo encuentro global: la IX edición.
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El camino para organizar este histórico congreso se remonta a través de generaciones de lucha Kañari por el reconocimiento. Como señaló José Buñay, un periodista Kañari durante la reforma agraria, los indígenas eran considerados meras “bestias de carga” – tan degradados que eran forzados a cargar a los dueños de haciendas en literas y sufrir insultos si el viaje era irregular. El Pueblo Kañari vivía con falta de respeto diaria.
Cuando Mushuk Yuyay anunció sus planes de organizar el congreso, encontraron un escepticismo persistente sobre las capacidades indígenas, haciendo el apoyo más complicado y requiriendo múltiples reuniones y negociaciones complejas tanto a nivel provincial, nacional e internacional. Los críticos argumentaron que la ciudad de Cañar era demasiado remota, sugiriendo que el congreso debería trasladarse a una ciudad más grande. Cuando la organización insistió en mostrar la nutrición tradicional, un amigo sugirió reducir los costos de alimentación sirviendo mortadela en pan, coca cola; y otro se rió y dijo que la gente preguntaba dónde estaban las hamburguesas. Pero Mushuk Yuyay se mantuvo firme – la cultura alimentaria saludable, la nutrición no es un lugar para reducir costos, insistieron, especialmente cuando la educación del consumidor es central para el congreso. Los miembros de Mushuk Yuyay organizaron el alojamiento y el transporte a través de negociaciones con gobiernos locales en toda la provincia de Cañar, y se puede contar con restaurantes y hoteles locales para proporcionar sus servicios.
Los obstáculos financieros resultaron particularmente desafiantes. Como organización sin fines de lucro que aún no alcanza el punto de equilibrio con sus productos alimenticios ancestrales Alli Mikuna, Mushuk Yuyay tuvo que construir el apoyo pieza por pieza. A través de negociaciones persistentes, aseguraron el respaldo de la organización internacional sin fines de lucro TRIAS, cuyos directores reconocieron la importancia del congreso para el bienestar económico, social y ecológico del sur de Ecuador. La Fundación McKnight, un socio de largo tiempo, agregó su apoyo. Ex Voluntarios del Cuerpo de Paz a través de Amigos de Ecuador, donantes vía Global Giving y Cultural Survival contribuyeron con cantidades más pequeñas pero cruciales.
El desafío hace eco de luchas anteriores. Durante la reforma agraria de los años 60, los miembros de la cooperativa tuvieron que encontrar formas de pagar por la tierra a pesar de ganar solo 15 centavos al día como trabajadores de hacienda – cuando se les pagaba. Lucharon por la educación en un momento en que la alfabetización era tan rara que cuando los miembros de la cooperativa tenían que escribir sus votos como Sí o No en español o Ari o Mana en Kichwa – la mayoría no podía.
Pero el Pueblo Kañari estaba determinado a educarse para poder tomar sus propias decisiones sobre su futuro. Podían ser sus propios técnicos y expertos. Ahora, hay educación secundaria universal en Kichwa y español, y muchos tienen títulos avanzados como: post grado y doctorado.
A través de reuniones por Zoom, Mushuk Yuyay ha reunido a personas que nunca antes habían colaborado, construyendo alianzas con gobiernos parroquiales, cantonales y provinciales, universidades tanto nacionales como internacionales, y ONGs en toda la región. Al final, todo apoyo financiero es inversión, porque esto traerá estabilidad económica a la región a través del aumento de la producción, ventas de productos Alli Mikuna y otros productos, turismo y otros negocios que Mushuk Yuyay fomenta a través de sus ferias de productos. La estabilidad económica permitirá mejorar e innovar producción a nivel de comunidades, generar empleos y frenará la migración. Dará esperanza a los jóvenes para un futuro próspero en casa.
Aunque no hay regalos. Cada paso hacia la organización de este congreso, como cada acre de tierra y medida de respeto antes de él, ha sido ganado con esfuerzo. La lección más importante aprendida a través de este proceso refleja lo que sus predecesores descubrieron durante la reforma agraria: pueden hacerlo. A pesar de las dudas – incluso las suyas propias – están logrando una hazaña tan monumental como la lucha de sus antepasados por la tierra y el respeto.
Después de analizar los sistemas alimentarios desde escalas locales hasta internacionales, Mushuk Yuyay diseñó un congreso que rompe con la tradición. Mientras que las reuniones anteriores enfatizaban la investigación de laboratorio y las aplicaciones industriales, en este encuentro y/o IX Congreso Mundial encabeza la mesa temática 1 con la Matriz Agrocéntrica y Pachasófica Andina, y se incrementa una mesa temática: Granos andinos y salud integral, la misma como un aporte a la salud, soberanía y seguridad alimentaria en la región, en el país y en el mundo.
“El IX Congreso debería continuar aumentando la participación de los pueblos indígenas y las comunidades andinas, incluyendo su conocimiento y perspectivas sobre la agricultura”, señala Fabiana Li de la Universidad de Manitoba. “Esto significaría reconocer que el valor de la quinua no es solo económico”, sino vida y cultura de los pueblos andinos.
Esa perspectiva impregna cada aspecto del encuentro. Los participantes se moverán y observarán en la finca de la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe y del Instituto Superior Intercultural Bilingüe Quilloac, en donde se implementarán tomando como base el calendario agrícola luni solar, las parcelas demostrativas de los tres granos andinos quinua, amaranto y chocho, las mismas con tres tratamientos: chakra kañari andino y/o agroecológico, convencional y orgánico, con visión a enfrentar y adaptar a la crisis alimentaria y cambio climático
Una agenda cultural (artes) y feria comercial en el Centro Educativo Comunitario Intercultural Bilingüe mostrará cómo la preservación cultural y el desarrollo económico pueden fortalecerse mutuamente.
Para el pueblo Kañari, este evento mundial representa más que un intercambio científico – demuestra cómo las comunidades indígenas pueden resolver sus propios problemas y diseñar sus propios futuros. La integración del arte, es decir la danza tradicional, música, la pintura, la poesía, el teatro y la cultura alimentaria saludable, no es solo decoración cultural y/o folklorismo- es una declaración sobre cómo la cultura agro-céntrica de los pueblos originarios andinos se transmite y se comparte.
Esta reunión en las empinadas montañas y profundos valles que los Kañari consideran sagrados y ecológicos marca un punto de inflexión. Después de siglos de tener su experiencia agrícola ignorada o desestimada, los agricultores indígenas están tomando su lugar legítimo como líderes en la ciencia agrícola global. Las cuatro regiones del sol ahora se extienden mucho más allá de lo que cualquiera podría haber imaginado cuando se convocó el primer Congreso Mundial de la Quinua en 2005.
Cosecha Futura
Cuando el investigador de la Universidad Estatal de Washington, Dr. Kevin Murphy, habla sobre mostrar su trabajo en el congreso, no se refiere solo a documentos académicos. La colaboración de la universidad con Mushuk Yuyay ejemplifica un nuevo modelo de investigación agrícola – uno donde científicos y agricultores trabajan juntos para desarrollar variedades de quinua adaptadas a las condiciones locales y preferencias culturales. Este enfoque participativo estará en plena exhibición durante el congreso, demostrando cómo el conocimiento indígena y la ciencia moderna pueden intercambiar y fortalecerse mutuamente.
“Mi esperanza para el Congreso de la Quinua en Ecuador es dar visibilidad al trabajo que las comunidades indígenas, como Mushuk Yuyay, están haciendo para preservar su cultura alimentaria saludable, crear productos con valor agregado, subproductos y empleos a través de sus prácticas agroecológicas y comunales”, señala Cristina Ocaña Gallegos, técnica de investigación ecuatoriana en la Universidad Estatal de Washington y coordinadora internacional del Comité Organizador del IX Congreso Mundial de Quinua y Simposio Internacional de Granos Andinos-2025 de búsqueda de patrocinadores internacionales para el congreso.
“En un mundo inundado de conveniencia, es un acto de resistencia no permitir que la agroindustria se apodere de tu dieta; es un ejercicio de poder cultivar tu propia comida sin depender de externos”, agregó Ocaña. “El IX Congreso es una mirada a la reverencia que esta comunidad Cañari tiene por la Quinua, un sentimiento y respeto que el mundo entero necesita más cuando se trata de nuestros alimentos”.
Los organizadores esperan participantes de todos los continentes, incluyendo científicos, empresarios y técnicos interesados en el potencial de la quinua. Incluso hay discusión sobre la quinua en la exploración espacial. Pero en medio de conversaciones tan orientadas al futuro, el congreso sigue volviendo a preguntas fundamentales: ¿Cómo puede el cultivo de quinua y granos andinos apoyar la soberanía alimentaria? ¿Qué papel juegan los granos ancestrales en enfrentar desafíos modernos como el cambio climático y la malnutrición? ¿Cómo puede el interés global en la quinua beneficiar en lugar de explotar a las comunidades indígenas?
Estas preguntas resuenan mucho más allá de la provincia de Cañar en Ecuador. Mientras el mundo lidia con la seguridad alimentaria, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, el conocimiento agrícola indígena ofrece soluciones probadas. Este IX congreso sugiere un camino a seguir: uno donde el avance científico no viene a expensas de la sabiduría cultural, donde el desarrollo económico fortalece en lugar de socavar los lazos comunitarios, y donde los pueblos indígenas lideran la conversación sobre su propio patrimonio agrícola.
El IX Congreso Mundial de la Quinua y Simposio Internacional de Granos Andinos 2025 marca no solo un hito para el pueblo Kañari, sino un modelo de cómo la ciencia agrícola podría servir mejor al futuro de la humanidad – honrando su pasado.
Con este evento mundial se pretende crear rentabilidad el sistema de producción kañari andino con enfoque agroecológico y la ciencia; generar fuentes de empleo en la economía local formando productores y profesionales jóvenes con enfoque a sostener la cultura alimentaria saludable a través del arte y la educación; reducir la migración de la juventud mediante organización de emprendimientos con enfoque de cadena de valor de la diversidad de especies cultivadas en el territorio; finalmente, fortalecer y potenciar la matriz cultural: puesta en valor de la cultura viva comunitaria mediante la investigación, producción, sistematización y difusión de diferentes productos artísticos literarios, visuales, escénicas, musicales, aplicadas, cinematográficas y la artesanía.
Fuente:
Buñay Yunga, Manuel. Juan José Buñay, su historia y su vida. Sept. 10, 2020.
Alan Adams Kañari Kichwa Mushuk Yuyay Nicolás Pichazaca quinoa
Asociacion de productores de granos andinos Mushuk yuyay
que el dia de oriente a occidente me ilumine para estar en cañares al sur, participando en el ixCMQ. Soy quinuocultor colombiano y postulare mi trabajo la cuestion de la quinua en colombia. Exitos Nicolas Pichazaca y equipo comunitario del evento. atte gerardo bohorquez