JALISCO, MÉXICO — La lucha valió la pena, es la sensación que tienen las y los pobladores de Temacapulín que acudieron a observar la destrucción de parte de la cortina de la presa El Zapotillo, megaproyecto que amenazaba con inundar Temacapulín, Acasico y Palmarejo, los cuales defendieron con dignidad hasta lograr frenar un proyecto que, desde el inicio, se hizo a sus espaldas.
Con sus dos bastones apoyados firmemente en el suelo y sus pasos lentos y cuidadosos, Doña Isaura Gómez Guzmán, una mujer de 87 años oriunda de Temacapulín, Jalisco, finalmente logró acercarse a unos metros de las obras de reacondicionamiento que la Comisión Nacional del Agua lleva a cabo en la Presa El Zapotillo, un megaproyecto contra el cual ha luchado durante más de 16 años para evitar que su pueblo sea inundado.
Conocida cariñosamente como Chagua, esta valiente mujer necesitaba ver con sus propios ojos las máquinas que perforaban la cortina de la presa que le había causado tantas noches de insomnio, angustia y rabia a ella, su familia y sus vecinos durante tantos años.
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“Tenía que verlo con mis propios ojos, aunque los de la Conagua me aseguraban que las obras ya habían comenzado, yo no les creía,nos mintieron muchas veces. Ahora me siento tranquila porque finalmente pude constatar que no era una mentira”
Isaura Gómez Guzmán
Gómez se refirió a una promesa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en noviembre de 2021 de instalar una serie de medidas de seguridad que asegurarían que los pueblos no se inundarían en caso de bloqueo del canal de desbordamiento, un evento de lluvia especialmente intenso u otra contingencia. Crear esta serie de aberturas al nivel que se consideró necesario para evitar inundaciones fue parte de esa promesa, pero tomó más de un año antes de que finalmente sucediera.
A su lado, con sus ojos atentos y haciendo esfuerzos por escuchar a los oradores que explican los avances, se encuentra Alfonso “Poncho” Íñiguez, un hombre de 86 años que se ha convertido en un símbolo de la resistencia de Temaca, también observó detenidamente cada una de las láminas que muestra Yasser Abiuth García, el responsable de la obra.
“Ahora sí van bastante avanzados, la visita anterior mostraba muy poco, pero ahora parece que el presidente está cumpliendo”
Alfonso “Poncho” Íñiguez
Desde que iniciaron las obras de reacondicionamiento de la presa, cada mes los pobladores y sus asesores han visitado el lugar para que los representantes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) les informen sobre el avance de la obra. Para Doña Isaura y para Don Alfonso, esta lucha ha sido larga y agotadora, pero su resistencia y perseverancia les han permitido ver con sus propios ojos: la no inundación de sus comunidades.
Como cada mes desde que iniciaron las obras de reacondicionamiento de la presa El Zapotillo, los habitantes de las comunidades deTemacapulín, Acasico y Palmarejo, acompañados de sus asesores, llevaron a cabo una visita de inspección el pasado viernes.
Durante la visita, las autoridades de la Conagua les informaron sobre el progreso de las adecuaciones de la presa, en cumplimiento con los acuerdos firmados el 10 de noviembre de 2021. En dichos acuerdos, el presidente de México y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aceptaron la contrapropuesta de los pueblos para el megaproyecto, que incluía algunos cambios.
El cambio principal en el megaproyecto aceptado fue la decisión de no construir un sólo vertedor físico, sino seis ventanas vertedoras de 12 metros de altura por 72 metros de largo, a una altura de 46 metros del punto más bajo de la presa. Con esta modificación, se garantizaría que, en caso de una gran avenida de agua, las tres comunidades no sufran inundaciones.
“Actualmente las ventanas vertedoras tienen un avance del 9.5% en la excavación, mientras que el proyecto de reacondicionamiento en su totalidad tiene un avance del 25%. Se espera que el proyecto se concluya en diciembre de 2023.”
Yasser Abiuth García Sánchez
Abiuth García Sánchez destacó que la decisión de construir las ventanas vertedoras fue la mejor opción para evitar que la presa se convirtiera en un elefante blanco que sólo requeriría gastos de mantenimiento. Con las nuevas obras, se asegura que las comunidades no se inunden y se aprovecha el agua para Guadalajara.
Yasser Abiuth García Sánchez detalló que dentro de las obras de la presa está dividida en dos acciones, las seis ventanas vertedoras y el tanque amortiguador que tiene como objetivo evitar que cuando venga la crecida y empiece a verter, el agua que caiga al suelo no erosione el tanque amortiguador, pues si eso pasa podría ocasionar alguna falla estructural.
Según Yasser Abiuth García Sánchez, director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico, el tanque amortiguador está en proceso de construcción y ya lleva un 90% de avance. Se espera que su conclusión tenga lugar en el mes de mayo.
En cuanto a la presa El Zapotillo, las obras de reacondicionamiento en su totalidad se encuentran actualmente en un 25% de avance, y se espera que concluyan para finales del mes de diciembre de este año. Las autoridades de la Conagua planean comenzar a llenar la presa en julio de 2024.
“Es probable que el siguiente año ya esté en operación. La presa se cerrará y se llenará hasta el nivel de las ventanas, empezará a verter y también se empezará a aprovechar para llevar agua a Guadalajara. Si la temporada comienza en julio, para agosto ya estará a nivel de las ventanas y comenzará a verter”, resaltó Abiuth García.
Claudia Gómez Godoy, encargada por el gobierno federal de la Presa El Zapotillo y del Plan de Justicia para los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, enfatizó que la ejecución de las obras es elcumplimiento de uno de los compromisos del presidente con los pueblos.
“El presidente se comprometió el 10 de noviembre de 2021 a que las comunidades no sufrirían inundaciones y a terminar el proyecto de la empresa del Zapotillo. Este acuerdo histórico respeta los impactos sociales y los derechos humanos”
Claudia Gómez Godoy
Por su parte, María González Valencia, directora del IMDEC, organización que acompañó a las comunidades durante su lucha,destacó que el reacondicionamiento técnico de la presa El Zapotillo se logró gracias a la exigencia y los conocimientos técnicos comunitarios acumulados a lo largo de su lucha.
Según González Valencia, es importante recordar que la propuesta inicial presentada por Conagua el 21 de agosto de 2021 planteaba unriesgo significativo de inundación para las comunidades. Fue gracias a la insistencia de las comunidades, junto con sus asesores y especialistas nacionales e internacionales, que se planteó el vertedor físico como medida de seguridad y solo con esa condición aceptaron el replanteamiento de la presa.
“Hoy podemos constatar que sí era posible modificar el proyecto, incluso rompiendo la cortina, a pesar de los grandes intereses, la corrupción y los agravios. Estos hoyos que vemos en la presa representan años de lucha, vidas, violaciones y despojos. Pero también nos reiteran que es posible agrietar el sistema”
María González Valencia.
La presa El Zapotillo, un proyecto hidráulico impulsado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y los gobiernos de Jalisco y Guanajuato, conocida también como “la presa de la corrupción”, generó controversia desde su inicio en 2005 debido a que nunca se consultó a las comunidades, convirtiéndose en una imposición.
Después del fracaso de dos proyectos hidráulicos en Jalisco en ese mismo año – la presa San Nicolás, sobre el río Verde, y la presa de Arcediano, sobre el río Santiago, ambos cancelados debido a la movilización social – se lanzó el proyecto de la presa El Zapotillo.
El proyecto se justificó en el argumento de abastecer de agua potable a 14 poblaciones de los Altos de Jalisco y las áreas metropolitanas de Guadalajara y León. Sin embargo, esto trajo consigo la transformación de la vida de las comunidades afectadas.
La construcción de La Presa El Zapotillo consistía en la construcción de una cortina de 105 metros sobre el Río Verde y un acueducto de 140 kilómetros para abastecer de agua a la ciudad de León, Guanajuato y la Zona Metropolita de Guadalajara, megaproyecto que dejaría inundadas a las comunidades de Temacapulín, Acasico,Palmarejo y alrededor de 4,800 hectáreas de tierra fértil.
Ante esta situación, la Comisión Estatal del Agua y Saneamiento(CEAS) y el Ayuntamiento de Cañadas de Obregón, Jalisco, propusieron el Plan de Desarrollo Urbano del Nuevo Centro de Población Temacapulín (PDUNCPT), el cual consistía en la reubicación de los pobladores en un lugar denominado Talicoyunque y Nuevo Acasico.
En respuesta a la construcción del megaproyecto, los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, iniciaron una digna resistencia por más de 16 años contra la inundación de sus hogares, cultura y territorio.
A pesar de la fuerte oposición de los afectados, las autoridades mantuvieron una postura intransigente y recurrieron a la represión, la criminalización y la violación de derechos humanos para imponer el proyecto.
Después de años de lucha y resistencia, las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, junto con sus asesores el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) y el Colectivo de Abogadxs, lograron firmar un acuerdo con el gobierno federal para evitar su inundación por la presa El Zapotillo.
El 10 de noviembre de 2021, se firmó el acuerdo para evitar inundar las tres poblaciones, lo que representó una victoria histórica para estas comunidades y para todos aquellos que luchan por la defensa del agua y el territorio.
Esta historia fue publicada originalmente en Somos el Medio y es reproducida aquí con permiso del autor.
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