Es un largo camino desde Buenos Aires a la ciudad de Panamá, y la distancia no es solo física. Cuando Hernán García hizo su primer viaje al país en 2011 como un joven estudiante de cine, quedó cautivado por la belleza natural y la riqueza cultural del país. Regresó en cada oportunidad y pronto se vio envuelto en el conflicto por la represa hidroeléctrica de Barro Blanco. Su película Tabasará , selección oficial para el Festival Internacional de Cine por los Derechos Humanos de Bannabáfest 2018 en Panamá, narra la lucha del pueblo Ngäbe-Buglé para salvar su río sagrado y su forma de vida.
García pronto descubrió, igual que yo, que mientras el caso de Barro Blanco es emblemático, está lejos de ser única, con represas hidroeléctricas y conflictos mineros que se repiten una y otra vez en todo el país y, de hecho, en todo el continente. Lo que aprendió lo inspiró a comenzar a trabajar en una nueva película, “Hay algo sobre el AGUA”. Alcancé a Hernán recientemente para platicar un poco sobre él y su trabajo.
Para más información sobre el caso Barro Blanco, vea nuestra historia de 2017, Un Muro en su Río, y un seguimiento a principios de este año, Las comunidades indígenas apelan a la ONU para ayudar a rectificar un etnocidio.
Esperanza: Es muy obvio de tu trabajo que tienes un gran amor para la gente de Panamá. Cuéntanos un poco de tu historia con Panamá – cómo empezó, qué te llamó la atención, por qué decidiste dedicar tanto esfuerzo en representar sus historias?
Hernán: Es cierto. Amo a Panamá y a su gente, es un país espectacular. Fui 6 veces y lo recorrí bastante. Es mágico lo que me pasa. Amo sus ríos, sus mares, sus montañas, su gente. Los campesinos e indígenas panameños están en mi corazón.
Cuando estudié cine en Buenos Aires, conocí a algunos/as panameños/as y me hice amigo de dos de ellos, que volvieron a Panamá, por lo cual decidí visitarlos.
Comencé a ir en 2011 seducido por sus playas, su clima, sus paisajes, su gente y su fiesta, pero dos cosas me intrigaban: El mar Caribe y los indígenas.
El mar Caribe resultó hermoso y agradable. Y con los indígenas quedé impactado. Descubrí su cultura, su cosmovisión, sus ideas religiosas, su humildad. Fue transformador para mí.
Tuve la posibilidad de visitar Guna Yala en 2011 y la comarca Ngäbe Buglé en 2012. Compré una cámara y comencé a filmar. Lo que mas llamaba mi atención era el tema del agua. Poblaciones sin acceso al agua, Barrios enteros anegados, campesinos sufriendo la falta de agua potable. Islas que se hunden.
Me fui hacia la temática socio ambiental casi sin darme cuenta.
Esperanza: ¿Cuándo te enteraste de la situación en Barro Blanco? Cuándo fue la primera vez que fuiste, y qué te llamó la atención? En qué momento tomaste la decisión de hacer un documental?
Pero mas inolvidable fue cuando nos fuimos hacia la ruta para volver a casa y nos encontramos con una gran protesta, en contra de represas y mineras en la comarca. Fúe el 3, 4 y 5 de febrero de 2012 donde la brigada antimotines asesinó a dos manifestantes: Jerónimo Rodríguez Tugrí y Mauricio Méndez y hubo decenas de heridos y detenidos.
Hernán: Lo primero que filmé fue un cortometraje sobre un programa de lectoescritura Ngäbe, con estos dos amigos, fascinados con ir a conocer Kiad, un lugar donde nunca nadie había filmado antes. La experiencia fue inolvidable en muchos sentidos.
Yo estaba en Tolé y lo mas grave ocurrió en San Félix, a pocos kilometros, por lo que pude estar a salvo, aunque me llevó horas poder salir.
De ahí en adelante cambió mi percepción sobre la temática ambiental, fue un lento despertar que hoy en día está totalmente afianzado. Vienen por el agua. En ese momento lo entendí.
Esperanza: Como ha cambiado la vida cotidiana en la comunidad desde la primera vez que visitaste?
Hernán: La vida de la comunidad cambió de una manera drástica.
Pasaron de tener un río hermoso y limpio para asearse y refrescarse de manera natural, lavar la ropa, pescar, lavas las verduras, y un bosque de galería productiva que proporcionó su comida, medicina y sustento, a tener un río sucio, contaminado, las tierras inundadas, los peces desaparecidos, el bosque muerto, destruido.
Mucha gente se fue del lugar por no tener posibilidades. Los que siguen ahí por pura fuerza moral y sentido de pertenencia solo usan una fuente de agua que cada vez es menor, que viene de un nacimiento en la montaña y que ellos llevan a la comunidad a través de un tubo.
Hay muchos mosquitos en el lugar, cosa que antes no sucedía; ya no hay aves para que los controlan. Es muy difícil poder dormir ahí, y los niños sufren. Hay partes con mucho lodo, dificultando el movimiento y la salida de la comunidad. Lo mas llamativo es el silencio, un lugar con muy poca vida. Un verdadero ecocidio realizado por GENISA y sus secuaces.
Transformaron a una comunidad ecológica y autosustentable en una comunidad con carencias, hambre, sed y enfermedad, sumergiéndola en el capitalismo, cuando no están preparados para ello.
Si yo extraño al Tabasará como era antes, ni puedo imaginarme que sienten ellos en estos momentos.
Sin embargo, la familia Miranda y muchos otros pobladores resisten, intentando que esto se revierta. Mas allá de la impotencia que a veces puedan sentir, no van a claudicar, no van a abandonar, y nosotros tampoco.
Esperanza: Platícame un poco sobre el proceso de hacer este película.
Hernán: Diferencié lo urgente de lo importante. En mi primera vez en Kiad había ido a descubrir y mostrar su cultura: qué comían, a quién rezaban, cómo se relacionaban. En la segunda, dos años después, fui por lo urgente: Su río. El proyecto hidroeléctrico Barro Blanco se había aprobado y ya comenzaba a construirse. Seguí documentando a través de los años; volví en 2015 y dos veces en 2018, en total cinco veces.
Fui documentando el proceso de deterioro que sufre una comunidad como la de Kiad, al instalarse un proyecto tan grande como el de la empresa hondureña GENISA con apoyo de bancos europeos, con estudios de impacto ambiental adulterados y sin ninguna consulta con la población.
La devastación es grande y el panorama desolador.
El Tabasará está contaminado y el dolor es inmenso. Era un río hermoso y limpio. Lo que hicieron es un ecocidio.
Luego está el proceso de edición, que es el mas fascinante y solitario de todos, donde la magia ocurre. Esta película fue editada por primera vez en 2015 y luego tuvo mas de 20 reediciones. Trabajo en mi casa en Buenos Aires, con mucha paciencia, durante horas, corrigiendo y visualizando, mostrándoselo a gente para ver sus reacciones… y así lo fui confeccionando, como un rompecabezas. Por momentos lo abandono, como ahora, porque ya no sé qué tocar y temo arruinarlo. Entonces lo difundo, lo mando a festivales, lo presento en Panamá como el año pasado en Bannabafest o en Buenos Aires como dentro de pocos días.
Creo que comenzó a volar, ya es tiempo que el mundo se entere que es lo que ocurre allí.
Debemos parar este proyecto.
Una comunidad indígena sin recursos no puede vencer a las grandes corporaciones, más si tienen el apoyo del poder político, judicial y mediático.
Este tema está invisibilizado y no puede seguir así.
Tabasará es un documental vivo, voy a seguir yendo a filmar y voy a seguir editándolo por muchos años, si es que puedo. Sin embargo la versión actual me representa totalmente y por ahora va a quedar así, hasta que haya novedades.
Esperanza: ¿Qué aprendiste durante el transcurso de este trabajo?
Hernán: Aprendí que hay que luchar por tus sueños, que aunque trabajes en la mas absoluta soledad y sientas que es imposible, no te rindas nunca. Siempre hay que insistir, pase lo que pase. El cine independiente es así. Tenés que ir por lo que querés. No creo en las excusas, me cansé de ellas. No hace flata un equipo técnico ni un guión, ni necesitas mucho dinero. Hay que animarse a filmar sólo, como lo hago yo.
Aprendí que la temática del agua es muy importante y que puedo ser uno de los puentes para que esto se difunda. Aprendí que puedo aportar un granito de arena para abrir los ojos de alguien o lograr una mayor empatía ante estos pueblos vulnerados en sus derechos, desahuciados por el estado.
Aprendí a ser modesto, humilde, a entender lo difícil que es a veces acceder a algunos lugares y mas difícil aún, vivir en éstos.
Esperanza: ¿Cuáles fueron algunos de los mayores desafíos que enfrentaste al hacer esta película?
Hernan: En principio el calor panameño, es algo complicado para alguien del sur. El sol muy fuerte y la humedad muy alta, sobretodo para filmar. Por lo que decidí filmar solo en la mañana temprano y al atardecer. No me gusta filmar de noche y no tengo producción para eso.
Otro desafío es la soledad, a veces se necesita algo de ayuda, pero las cosas son así… y a la vez me gusta no depender de nadie para cumplir mis objetivos.
Otros desafíos serían los choques culturales que a veces hay pero a los que me acostumbré, al igual que caminar en el lodo, cruzar ríos caminando o nadando, viajar en mini buses en condiciones no aptas y apretado como ganado. Soportar el intenso frío de los buses de larga distancia, adaptarse a la comida que haya, viajar con poco dinero, son varios, pero se pueden superar
Esperanza: ¿Qué te sorprendió en el camino?
Hernan: Me sorprendió la calidez de su gente, la hospitalidad del campesino e indígena panameño. Y de muchos citadinos también. Tengo muchos amigos. También me sorprende lo mucho que nos parecemos a veces. Los paisajes de Panamá son alucinantes, tienen mucho verde, tienen mucha agua.
Me sorprende y a la vez no, la desidia gubernamental en todo el país. Calles y veredas rotas, rutas de montaña algo peligrosas, ríos contaminados, basura por todos lados.
Un contraste muy llamativo, belleza por un lado, basura por otro.
Esperanza: ¿Qué mensaje te gustaría que la gente se llevara de esta película?
Hernán: La idea principal de Tabasará es llegar a tocar corazones, generar conciencia, lograr empatía en la sociedad, sobretodo la citadina. Difundir las problemáticas del agua, las temáticas indígenas y campesinas, mostrarle Panamá al mundo, con sus cosas bellas y con sus problemas.
Contar la historia de los desplazados por el sistema, los olvidados por el estado, ser la conexión entre estas poblaciones y el resto de la ciudadanía, sin necesitar de la corporación mediática, siendo directo y profundo con el mensaje.
Esperanza: ¿Cuál ha sido la respuesta a la película hasta ahora?
Hernán: La película tuvo varias etapas. Lo principal es que la gente de Kiad pudo verla en un principio, luego la proyectaron en algunos lugares del interior panameño y la Universidad de Panamá en el festival Bannabafest 2018. Ahora la estoy presentando en Argentina en pocos días y la van a proyectar en Nicaragua, con fecha a confirmar. Espero mostrarla por toda Latinoamérica y el mundo. Ese es mi sueño, que se convierta en algo mas masivo y se ponga la mirada en desactivar Barro Blanco — y que vuelva a salir el sol para el pueblo Ngäbe Buglé.
Ahora es el momento del despegue de esta película. El sueño quizás se cumpla.
Esperanza: Platícame un poco de tu proyecto actual, “Hay algo sobre el agua”. Porque elegiste este titulo?
Hernán: Este título se le ocurrió a mi compañera Lucy, debido a que siempre estoy documentando esas temáticas y es un tema que me apasiona y me preocupa.
Desde que voy a Panamá hace mas de 8 años, siempre ocurrió algo con el agua.
Positivas y negativas. Es una herramienta de manipulación, que ejercen los grandes poderes por sobre los sectores sociales mas vulnerables. Y esta injusticia es intolerable. El agua es un derecho, no es mercancía, pero en las grandes esferas no lo entienden así.
Es mi segundo largometraje, Hay algo sobre el AGUA es un documental etnobiógrafico, social, antroplógico y cultural, que intenta despertar conciencias. Vienen por el agua y hay que hacer algo. Es el mas personal quizás, contando mi experiencia en Panamá en primera persona y retratando desde distintos puntos de vista esta temática — como por ejemplo, el avasallamiento que hacen las hidroeléctricas sobre las comunidades que dependen del río, la escasez de agua en las zonas urbanas mas humildes, las inundaciones en zonas de barrios carenciados, ríos y mares contaminados por basura y el contraste del gran consumo que hay en las ciudades, además del despilfarro de las empresas y los usuarios.
Esperanza: Obvio que hay un problema grave con la imposición de hidroeléctricas en Panama. También hay necesidad de generar electricidad. Qué te gustaría que la gente tomaría en cuenta sobre el tema?
Hernan: Creo que hay varias cosas que podemos hacer. Comenzaría dejando de mirar hacia el costado. Cada uno desde su lugar siempre puede colaborar, yo hago documentales, pero hay muchas maneras. Usando menos plástico, cuidando el agua, arreglando las filtraciones (sobretodo las subterráneas), haciendo cumplir el derecho humano al agua y saneamiento. Crear leyes que le permitan a todos acceder al agua potable. Construyendo parques eólicos, utilizando mas paneles solares.
Los empresarios con su mal manejo de la energía, no utilizando tantas luces y tantos aires acondicionados, son muchas cosas.
Pero lo fundamental, informarse, concientizarse y concientizar a otros.
Esperanza: ¿Cuándo esperas lanzar esta película?
Hernán: Todavía no tengo una fecha definida, pero creo que a lo largo de este año, mas cerca del último trimestre.
Dependerá si consigo algún patrocinador para continuarla. Un co-productor. Pero si no aparece la hago igual, no voy a depender de eso, solo que quizás puedo tardar un poco mas. Tengo filmado el 30% y estoy avanzando en la edición, pero falta seguir filmando y editando. Es un tema muy abarcativo y complejo.
Esperanza: ¿Puedes hablar un poco sobre tu proceso personal en tu trabajo como cineasta argentino en Panamá? ¿Qué te ha enseñado la gente de Panamá? ¿Qué has aprendido sobre ti mismo y sobre la vida en el camino?
Hernán: Aprendí muchísimo en este tiempo, de la vida en general, fue una época reveladora.
Pude canalizar ese deseo de colaborar que siempre tuve por hacer de este mundo un lugar mejor para vivir y a la vez reafirmar esa sensación de haber encontrado mi pasión en la vida. Contando historias de gente común, dándole voz a los oprimidos. Mi cámara y yo, en la naturaleza, observando, indagando, aprendiendo, haciendo amigos, comiendo lo que haya, durmiendo donde pueda, jugando este juego tan hermoso que es ser el puente entre dos mundos, que en realidad es el mismo mundo.
En este proceso hice muchos nuevos amigos/as, tengo alguna anécdotas para contar,
Disfruté, sufrí y viví a pleno cada viaje.
En el medio tuve algunas pérdidas que también cambiaron mi forma de ver la vida.
Esperanza: ¿También puede dar un resumen de algunos de sus trabajos anteriores?
Hernán: Otros trabajos que realicé hace unos años incluyen “Río Cobre” (14 min) sobre la lucha de Larissa Duarte y su padre Genaro, junto con el apoyo de la comunidad, para mantener al Río Cobre libre de represas hidroeléctricas, en una lucha desigual contra el empresario Eduardo Vallarino y Los Estrechos S.A. en la provincia de Veraguas; y “9 de Enero, Medio Siglo Después” (22 min), es un documental que retrata los hechos ocurridos el 9, 10 y 11 de Enero de 1964 en la Ciudad de Panamá, una marcha de estudiantes en la que hubo cientos de heridos, detenidos y 22 panameños muertos por defender la soberanía panameña del atropello de Estados Unidos en la zona del canal de Panamá, y una marcha realizada 50 años después donde estos estudiantes, ya adultos mayores, se reencuentran y cuentan su historia.
Ambas películas fueron premiadas en Panalandia 2018, como el mejor documental para el público y el Premio Especial del jurado, respectivamente.
Ya tengo listo otro cortometraje llamado Trapiche, que cuenta como se hace la raspadura de caña y la importancia que tiene para una familia en pleno siglo 21 mantener la tradición familiar.
Y ya está disponible “El Otro Portobelo”, sobre el otro lado de esa ciudad turística, mostrando un poco su cultura CONGO, pero centrándose en dos historias entrelazadas , la historia de un artista plástico y la de una escuela de música para adolescentes y niños (24 minutos)
También hago institucionales, conciertos de música o de poesía o videos experimentales.
Todo está disponible en mi página www.hernangarcia.weebly.com desde la plataforma youtube.
También están las fanpage donde hay mas información: Tabasará Documental, Hay algo sobre el AGUA Documental Panamá, El otro Portobelo Documental Panamá y Hernán García Documentalista.
Barro Blanco Hernán García Ngabe-Bugle Río Cobre Rio Tabasará
Excelente nota. Felicito al documentalista por su trabajo, sus ganas de mostrar lo que pasa y su entusiasmo para seguir estos temas. Sobre todo, en un orgullo que sea argentino !!!
Gracias por tu comentario! Cabe mencionar, el co-fundador del AC Esperanza Project Foundation es otro galardonado cineasta argentino con nombre de Hernán… es Hernán Vilchez. Entonces el Proyecto Esperanza está bendecido con mucha energía y talento argentino. Y ahora, aun más! Nos da muchísimo gusto.
Me encanto los relatos de sus experiencias en Panama en Barro Blanco y me gustaria ver el documental alusivo a esta investigacion. Mientras mas personas encuentran, la verdad, mas podemos eliminar y hacer definitivas encontra de la injusticia.
Esta disponible en http://www.hernangarcia.weebly.com. Gracias