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‘Vamos a apagar ese arcoiris de Bacalar’
El periodista maya Pedro Canché urge un esfuerzo internacional para conservar la laguna
By Tracy L. Barnett Posted in Agua, Mexico, Pueblos Indígenas on 6 abril, 2018 One Comment
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Pedro Canché con su hijo, Pedro Jacob, en un pequeño descanso (Tracy L. Barnett)

Ahora que la Laguna de Bacalar enfrenta una ola de desarrollo masivo destinado a hacerle “el Nuevo Cancún,” un plan que la condenaría a la pérdida de sus famosos siete colores, sus estromatolitos y todo lo que lo hace un pueblo verdaderamente mágico, se nos ocurrió que sería importante consultar con un experto de la región que tiene una perspectiva diferente: un descendiente de los pueblos originarios del lugar.

Pedro Canché, periodista maya de investigación y fundador del periódico en línea Pedro Canché Noticias, dice que la inminente destrucción de la laguna está estrechamente vinculada con la expulsión de los pueblos originarios del lugar y la importación de trabajadores de otras regiones, quienes no tenían una conexión con la laguna y una apreciación por el valor intrínseco del lugar.

Canché habla también de la corrupción como una fuerza problemática que está acelerando el proceso de desarrollo inadecuado por la zona. Canché, encarcelado por nueve meses por sus reportajes criticando al entonces gobernador Roberto Borge, sabe de lo que habla. Borge fue detenido el 5 de junio en Panamá por acusaciones de corrupción, y este 4 de enero fue extraditado a México para enfrentar un juicio en su contra. Canché se convirtió en una causa célebre, apoyado por organizaciones internacionales.

Nos conocimos en febrero mientras él disfrutaba unas escasas vacaciones con su esposa Perla y su nuevo hijo Pedro Jacob (nombrado por un periodista australiano colaborador, pero esa es otra historia). Nos compartió un poco de contexto importante para entender la situación actual en Bacalar.

Esta entrevista es la segunda en una serie: Voces de Bacalar.

Tracy: ¿Puede contarnos un poco sobre la historia de la región?

Pedro: Los mayas tenemos la visión de cuidar la selva, de cuidar la naturaleza. Yo puedo cazar un venado, puedo limpiar un terreno para sembrar maíz. Pero después dejo descansar la tierra, le doy gracias a Dios, si corto el árbol le pido perdón. Y después el pueblo maya lo que hace es dejar descansar la tierra y se van a otro lugar.

Ahora, entra la ganadería a Quintana Roo y fue acabando con los pastizales. Lo que están haciendo ahora es meter plantas para biodiesel, entonces vienen a comprar mucho terreno, también soya, palma africana. Hay un proyecto, no lo han metido, pero hay proyectos donde quieren meter siete mil hectáreas de palma africana, devastando siete mil hectáreas de selva que se ha conservado en Bacalar.
En Carrillo Puerto no hay mucho problema porque hay piedras y eso nos salva, no puede haber un cultivo tremendo. Pero Bacalar que tiene su fragilidad en la laguna, esta laguna donde los mayas se protegían contra los piratas, en los accesos, no sé si han visto los troncos que están sembrados para dividir las lagunas. Los mayas los pusieron para evitar que los piratas pasaran. Después fue tomado por los mestizos y los españoles.

Los turistas se juntan alrededor de la entrada del Canal de los Piratas, donde un empresario una vez comenzó a construir un bar en el medio del agua que luego se declaró ilegal. (Tracy L. Barnett)

El problema de Bacalar es que se entrega a campesinos que no son originarios de ahí, los campesinos de Bacalar no son mayas, vienen de Veracruz, de Chiapas, del norte del país. Cuando hizo la repartición Lázaro Cárdenas y después otros presidentes, dijeron “no te tocó tierra aquí, pero hay tierra en Quintana Roo, vayan a habitarlo, necesitamos habitar Quintana Roo. Ellos tenían miedo de que los beliceños y los mayas pudieran crecer e independizarse de México. Tenían miedo de que los mayas se convirtieran en una república, porque había la propuesta de la corona inglesa de expandir Belice hacia la zona maya; hacia Bacalar. En 1890 Porfirio Díaz ve esa visión y dice “vamos a poner la frontera con Belice”, y entonces ponen la frontera del Río Hondo, el Río Hondo es una de las corrientes de agua que desemboca en Bacalar, es una de las que se conectan a través de lagunas, pasa por Xul-Ha por ahí, son corrientes de agua que llegan y nutren.

El asunto es que estos ejidatarios, cuando los traen en 1930-1940 les reparten la tierra. Hasta ahorita ¿qué nos ha mostrado el ejido? En Cancún por ejemplo los ejidatarios vendieron sus tierras y son millonarios. Los ejidatarios más millonarios están en Tulum, Cancún, Alfredo Bonfil y en Playa del Carmen y en Holbox ahora, que están tratando de entrar. Hay un pleito ahí, ya dividieron los ejidos en cuatro, algunos vendieron, a otros se los quitaron a la mala… el dueño de la Coca Cola creó su propio ejido. Le quitó títulos a mucha gente y tiene su propio ejido, es dueño de Coca Cola, es millonario, pero es ejidatario, nunca ha tocado la tierra y puso como ejidatarios a sus trabajadores.

En Bacalar va a ocurrir lo mismo porque es una zona de ambición, es una zona donde el hombre ambiciona la laguna, se está gastando Holbox, ya no hay Playa del Carmen, ya no hay Cozumel, ya no hay Isla Mujeres, todo se ha vendido. Antes había suficiente para todos, había playas extensas. Ahorita ya es muy caro, y el problema es que están poniendo los ojos en Bacalar: Bacalar está cerca de Chetumal, Chetumal tiene aeropuerto, está cerca de Belice, es estratégico y está sobre carretera. Entonces no hay más infraestructura que desarrollar más que construir hoteles, entonces los ricos, los muy ricos, los súper millonarios del país o del extranjero, vienen a comprarle al ejidatario, si su tierra la va a vender en un millón de pesos vienen y le ofrecen 5 millones, o 20 millones, así que se vuelven millonarios y venden sus tierras.

Entonces la parte que corresponde a la laguna, así como hay de corrupción en el país, está condenando a la frágil laguna, con la corrupción, con el desarrollo hotelero… hay gente que ahora quiere construir palafitos en Bacalar, que quieren crear una red de hoteles, pero no lo soporta Bacalar, el impacto sería demasiado, Bacalar es un humedal, es un manglar gigante, y el problema es que vienen estos señores a comprar. Ahora en Bacalar hay un pleito de los ejidatarios por tierras, algunos están vendiendo, otros están peleando, a algunos se las están quitando, está viniendo el pez más grande a quitárselo. Y al rato todo esto va a ser hotel, y la laguna no es como el Petén, Guatemala, que está en un lago enorme, con mucho cuerpo de agua, Bacalar no es así, la laguna es más chiquita, angosta, poco profunda.

Antes hacían ahí carreras moto acuáticas, Bacalar se opuso y ya no lo hacen. Eso era común, vieron que había un cuerpo de agua. Se puede desarrollar el turismo, el turismo no está peleado con la naturaleza, es parte de nuestra casa la tierra, así como el maya convive con la selva, convive con los animales, así Bacalar bien puede convivir con el turismo. Pero viene la ambición, tienen un terreno y en vez de hacer diez, veinte cabañas quieren poner edificios de 400 cuartos, y lo que va a pasares que todas esas aguas negras van a acabar en la laguna, entonces ya no va a ser de siete colores, va a ser de color negro y se va a acabar. Hay varias cosas interesantes en Bacalar, se ha mantenido lejos de Cancún, lejos de playa del Carmen, por eso está bello, pero ya le echaron ojo, ya vieron que ahí hay plata.

El velero cruza el borde del Cenote Negro, un sumidero donde el agua es mucho más profunda y, por lo tanto, de un color más oscuro. (Tracy L. Barnett)

Tracy: ¿Usted cree que será posible salvarlo?

Pedro: Lo que puede hacer el gobierno aquí es expropiarlo y declararlo una reserva, pero la gente local no va a querer y se va a pelear. Lo que puede ocurrir aquí es que quizás el banco mundial u otros organismos internacionales lo compren a buen precio a los campesinos y lo dejen para reserva. O que el mismo gobierno les pague bien sus tierras, o que venga gente de otros países con conciencia ecológica a comprar las reservas, que compren muchas hectáreas, pero no las toquen, las dejen para reserva.

Tracy: Me gustaría saber más de la historia maya en Bacalar.

Pedro: Bacalar llegó a ser un bastión. Fue ocupado por los piratas, lo tomaron como un centro de descanso, llegaban a abastecerse de agua dulce, llegaban a descansar, a reparar sus barcos, entraban por el canal. Ahí se fundó una colonia española en 1544 y se desarrolló hasta 1700-1800, pero cuando los mayas hacen una guerra contra los españoles (la Guerra de las Castas, 1847-1901), cuando empiezan a quemar haciendas, porque estaban en contra de la esclavitud. El maya ha sido siempre libre, y entonces de repente lo someten, lo ponen a trabajar; entonces se rebelan, y queman muchas ciudades en Yucatán, en Quintana Roo, ciudades como Bacalar, que era un fuerte, entonces los mayas llegaron allá y mataron a la gente, hicieron una matanza. Acabaron con los españoles y se apoderaron de la ciudad, y desde ahí empezaron a resistir, a hacer guerra contra los españoles, contra los mexicanos. Y hay una brecha desde Carrillo Puerto hasta Bacalar, donde pasaban las carretas o la gente caminando, que llega hasta Belice. Bacalar era el descanso y de ahí se iban hasta Belice.

Tracy: Carrillo Puerto era la capital de la resistencia durante la guerra, y las armas venían de Belice hacia ahí, ¿verdad?

Pedro: Ellos compran las armas y van a la zona maya, están en Bacalar como un campamento militar maya y en Carrillo Puerto como el gran campamento, estos mayas vienen rezagados de Yucatán — porque en Yucatán los mayas ya iban a ganar la guerra, ya habían llegado a Mérida, pero llegó el tiempo de lluvias y era tiempo de sembrar, la subsistencia era el maíz nada más; entonces ellos tuvieron que dejar la guerra y regresaron a sembrar sus campos. Y fue cuando se reorganiza el gobierno yucateco y el gobierno mexicano y empiezan a derrotar a los mayas que ya habían conquistado las ciudades, entonces empiezan a diezmar a los mayas y es cuando los empiezan a vender a Cuba, vendieron a 5 mil mayas.
Los mayas tuvieron cuatro destinos: o murieron en la guerra en Yucatán, quedaron esparcidos sus cuerpos, o fueron vendidos a Cuba. Los mayas rebeldes murieron o fueron vendidos, y como era buen precio a veces agarraban al maya que no era rebelde. Otros simplemente se refugiaron en la selva a Chan Santa Cruz, ahora Carrillo Puerto.

Cuando el gobierno de Porfirio Díaz les mandaba soldados para combatir a los yucatecos, los mayas atrapaban a los soldados españoles y mestizos. Si los agarraban y eran arquitectos, los ponían a trabajar. Por eso en Carrillo Puerto la iglesia fue hecha por esclavos españoles, por primera vez hubo esclavos blancos en Carrillo Puerto. La casa de cultura y el museo de Carrillo Puerto tienen facha de haciendas, porque ellos los construyeron, el primer cuadro de la ciudad de Carrillo Puerto así era.

Cuando el maya combatió y resistió desde Bacalar y Carrillo Puerto, resistieron contra esos generales, lo primero que cayó fue Bacalar, porque empezaron a tapar el camino de las armas en Belice. Y al final manda Porfirio Díaz a Othón Pompeyo Blanco a Chetumal, ese municipio pegado a Belice, y hacen la ciudad de Chetumal, la ciudad de Chactemal que era de los mayas. Muchos de estos mayas se fueron a Belice. Tú vas a Belice y ves a los mayas hablando inglés; son los mismos mayas yucatecos de Carrillo Puerto. Los mayas eran los mismos desde Honduras.

La historia de Bacalar constituye un fuerte pirata que después los mayas lo convirtieron en un centro de abastecimiento de armas, y en Carrillo Puerto desde ahí empezaron a resistir. Desde 1851 a 1901, durante 50 años los mayas dominaron la región, hasta que Porfirio Díaz mandó la tropa y los mayas abandonaron Carrillo Puerto y se refugiaron como en ochenta pueblos en la selva. Bacalar quedó abandonado, algunos mayas pacíficos quedaron ahí, la mayor parte de los mayas se esparcieron, otros se fueron a Belice. Se corta el suministro de armas; México acuerda con Belice no venderles armas a los mayas, y ahí perdieron la guerra.

Pedro Canché, izquierda, con el equipo del Proyecto Esperanza – Tracy Barnett, Angélica Almazán y Jake (Jacob) Ling – en un reciente seminario de periodismo en Cancún.

¿Hay algo más que a usted le gustaría compartir?

Pedro: Hacer un llamado a que cuiden Bacalar. Aquí lo triste es que Bacalar lo cuida más la gente de afuera, la gente de ahí no lo cuida, están acostumbrados a lo bonito y no lo aprecian. Todavía no tiene un desarrollo, estamos a tiempo de salvar a Bacalar, si no yo pienso que vamos a apagar ese arcoíris de Bacalar, vamos a apagar esa magia, y cuando se apague la magia se apagan nuestros hijos, se apaga el ser humano. Es tiempo de poner nuestro granito de arena, denunciar al cacique, pero hay que luchar porque se declare patrimonio de la humanidad. Lo malo es que no hay mayas luchando por esto, los ejidatarios son gente de Veracruz, de otras partes, que no tienen una conexión ancestral con ese lugar ni con la Madre Tierra.

Angélica Almazán y Jake (Jacob) Ling colaboraron con esta entrevista.

Tracy L. Barnett

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