Me enteré de la noticia cuando estaba en medio de una reunión. Sonó la notificación y revisé mi pantalla; solo pude ver las últimas palabras de un querido amigo: “… estaba sufriendo mucho”.
En un instante lo supe. Alberto se había ido.
El hombre que, más que nadie, fue responsable de mi cambio tectónico en la trayectoria de mi vida. El hombre que, mucho antes de conocerlo, plantó las semillas que condujeron a ese cambio.
Coyote Alberto Ruz Buenfil, una leyenda para todos los tiempos, cuya penetrante mirada azul y corazón arcoíris alcanzaron a miles de personas, un número incalculable que se inspiraron, como yo, a seguir su ejemplo en la resistencia creativa y proactiva y en el tejido de un mundo nuevo y más hermoso.
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Coyote Alberto, que con su boina de muchos colores, asumió muchos papeles: revolucionario, crítico social, autor, líder, chamán, amigo y padre y esposo y abuelo. Alberto, que supo hacer sentir importante y especial a cada persona de su amplia red. Quien rápidamente vio mi relevancia en el movimiento e hizo un esfuerzo especial y continuo para integrarme a la red arcoíris del Sur Global, conocida por muchos nombres. Alberto, que me entendió más de lo que yo me entendía a mí misma a veces, que se conectó a través del espacio y el tiempo para mantenerme conectada a esa red, como lo hizo con tantos.
Desde el momento de su apacible fallecimiento en el corazón del hogar de su hijos Mayura y Odin en Tepoztlán. Las redes han pulsado día y noche sin parar, como un gigante latido digital hasta el día de hoy, más de una semana después. Fotos, historias, palabras del corazón desde lugares tan lejanos como Italia, Colombia, Brasil, España, Chile, un arco iris de respuesta que trae lágrimas, risas y más lágrimas a lo largo de la familia global que construyó y que trasciende su muerte.
Alberto tomó los muchos hilos de este movimiento global y comenzó a tejer un tapiz que tomó forma en la Caravana Arcoíris por la Paz que viajó durante 14 años desde México hasta Tierra del Fuego, utilizando el teatro y el arte para transmitir mensajes de cuidado de la Tierra y, como le llaman aquí en el Sur, Cultura de Paz, en todo el camino; en el Consejo de Visiones, cuyas tres décadas de reuniones transformadoras reunieron a activistas, artistas, curanderos, pueblos indígenas, y seguidores de una variedad de tradiciones espirituales tan variadas como el mundo mismo.
Se convirtió en líder de la Red Global de Ecoaldeas y lideró la formación de una contraparte latinoamericana, CASA, el Consejo de Asentamientos Sustentables de las Américas. Y luego, llevó el movimiento de ecoaldeas a los barrios marginados de las ciudades con el movimiento Ecobarrios. Y como si fuera poco, se convirtió en un líder influyente en el movimiento internacional por los Derechos de la Madre Tierra.
A Alberto, a quien, para consternación de miles de personas, le diagnosticaron hace cuatro años cáncer de próstata en etapa 4 y le dijeron que tal vez le quedaban cuatro meses de vida. Desafió el diagnóstico y en los últimos cuatro años escribió o contribuyó a al menos cuatro libros más, viajó por el mundo dando presentaciones y abriendo corazones dondequiera que fue, y fue la inspiración para generar una de las reuniones más poderosas y transformadoras, El Consejo de Visiones: el Abrazo del Amate, nombrado por el masivo árbol del amate que unifica y abraza con sus raíces el corazón del colectivo arcoirico.
El miércoles de la semana pasada, mientras me abría paso entre el implacable tráfico de Guadalajara, me llamó la atención un diminuto vestido rojo que colgaba del frente de una pequeña tienda. Mi ahijada wixárika Daysi, nieta del muy querido mara’akame (chamán) que conocí por primera vez en el Consejo de Visiones, acaba de dar a luz a una niña, así que encontré un lugar para detenerme y encontré un tesoro de ropa diminuta y hermosa.
Cuando terminé de hacer mis selecciones y me dispuse a pagar, mis ojos se dirigieron a la parte trasera de la tiendita, donde había un pequeño círculo con los colores del arco iris encima de una pila. “¿Qué es eso?” pregunté. El comerciante dio un paso atrás y lo recogió. “¿Este?”
Era, como había pensado, una boina arcoíris, como las que Alberto ha usado durante años. Increíble, pensé. “Me lo llevo.” Y por 50 pesos era mío. Me reí de la sincronicidad y me lo puse con una oración por Alberto.
Menos de 24 horas después, él ya no estaba. Y fue entonces cuando me di cuenta del significado de la boina. Alberto ya había comenzado su transición cuando la encontré. Y de alguna manera, él o sus aliados encontraron una manera de cruzar el espacio y el tiempo una vez más para enviarme un mensaje y un regalo y, al mismo tiempo, una tarea final. Fue como si desde allá en Tepoztlán me extendiera su mano, me preparara y me llamara al trabajo que me corresponde. Compartir su legado y continuar el trabajo que compartimos, que me asignó desde el día que lo conocí, seguir compartiendo las historias de nuestra tribu y de los Guerreros del Arco Iris y defensores de la Tierra en todas partes.
Uso esa boina desde entonces y sigo interpretando su significado. Alberto, estés donde estés, ahora en tu viaje galáctico al siguiente nivel, lo entiendo. Tu familia es mi familia, para toda la vida. Mi trabajo, como el de tantos otros, permanecerá entrelazado con el tuyo, hasta el final. Pamparius. Tlazokomati. Pilmayaye. Y muchas, muchas gracias.
El último libro que Alberto terminó antes de partir fue “Raíces Negras Corazón Arcoiris”, que ya está disponible en versión digital y para solicitar copias impresas se necesita ordenar mínimo 350 ejemplares para cumplir con los requisitos de la editorial, por lo que su familia está convocando a quienes deseen tener una copia de esta interesante autobiografía donde el Coyote explora los lazos de su familia y su propia historia con la cultura africana. Si te interesa, puedes agregar tu nombre a esta lista, junto con el número de copias que quieres: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1AGJDKXYbIAKBdw6uinFa5JMaKvtar0vuuKvEDyjEGK4/edit?usp=drivesdk
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Bellísimo Tracey..
Eres una vocera profunda con un ojo que ve con los ojos del corazón.. Gracias por manifestar en imagen y letra tanto amor y devoción de corazón que sentimos en Unidad por quién respetó, aplaudió y nos dió inspiración y confianza de Ser quién venimos a Ser y a cumplir con la misión de plasmar nuestro talento.. Mis pies danzan el alabanza por todas y cada una de nuestras relaciones para lograr vínculos de Paz.. Desde la Cultura de Paz.. A la que nos inspiró semejante leyenda de ojos de laguna de Bacalar!
Muchas gracias querida Beleni. Y tú eres una de los mas bellos ejemplos de la comunidad que Alberto se esforzaba tanto para lograr. Qué bendición.
Estimado Alberto, un excelente ejemplo, seguro que Dios, la Pachamama, los ancestros y las semillas estarán en armonía, y sus ejemplos vamos a replicar y promover en la niñez y la juventud
He leído con atención y consternación sobre la partida de éste hombre tan icónico . Su legado y obras perdurarán por mucho tiempo sin duda . Honremos sus enseñanzas . Que descanse en Paz.
Muchas gracias, Hugo. Tus comentarios son muy apreciados.