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Mural oaxaqueño documenta la lucha por defender el maíz nativo
Inauguración celebra las culturas de la Milpa y la decisión de la Suprema Corte que prohíbe el cultivo de maíz transgénico en México
By Tracy L. Barnett Posted in Agricultura, Soberanía Alimentaria on 14 junio, 2023 2 Comments
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En una concurrida entrada a uno de los mercados más antiguos de la ciudad de Oaxaca, no lejos de uno de los sitios donde se originó el cultivo del maíz hace 9,000 años, la muralista Mariel García se paró en un andamio bajo el sol durante tres semanas y pintó desde su corazón. El mural que creó durante más de un año entre la planificación y ejecución, es un tributo a la larga lucha de México para proteger de la contaminación por maíz genéticamente modificado a las más de 1,000 variedades nativas de maíz que existen en el país.

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La muralista Mariel García pasó gran parte de mayo pintando el mural, que cuenta la historia de la lucha para salvar el maíz nativo de México. (Foto de Alejandra Galimberti Prince; todas las demás fotos de Tracy L. Barnett)

García, nacida en el norte de Nuevo México y que ahora vive en México, es parte de un colectivo biorregional y binacional de artistas, científicos y activistas que han estado trabajando durante más de una década para crear conciencia sobre la necesidad de proteger la diversidad del maíz y las culturas del maíz en las Américas. Y aunque García se considera todo menos política, el mural surge en el contexto de una gran cantidad de políticas acerca del maíz que envuelven mucho dinero.

“El maíz es nuestra carne, nuestros huesos, nuestro ser, nuestra vida”, explicó el dios zapoteco del maíz Pitao Cozobi a través de la voz de Alejandro Jiménez Molina, un maestro titiritero al que se le ha llamado el Geppetto de Oaxaca.

“Cuando conviertes las noticias diarias en un mural, lo conviertes en una leyenda para ser admirada por los estudiantes de historia en el futuro… y éste cuenta la historia de cómo todo México se unió para salvar el maíz y las culturas nativas de la milpa”, explicó Chris Wells, fundador de All Species Project, motor del mural e inspiración de García.

La milpa, el antiguo y complejo sistema agrícola que ha sustentado la vida durante milenios en toda Mesoamérica, es mucho más que maíz, explicó Wells. Estudios recientes han documentado hasta 191 plantas comestibles diferentes en una milpa tradicional, incluidos frijoles, calabazas, diversas variedades de chiles, tomates, verduras comestibles y plantas medicinales. También es hábitat de una gran variedad de animales, entre ellos la abeja nativa melipona, considerada sagrada para los mayas que la cultivan. “La Milpa es el regalo de México a la Evolución de la Tierra”, dijo Wells.

 “La Milpa es el regalo de México a la Evolución de la Tierra”, dijo Chris Wells, fundador de All Species Project, motor del mural.

En la más pura tradición del movimiento del Muralismo mexicano, Chris Wells, antiguo cultivador de maíz nativo, compositor y autodenominado “animador” de Nuevo México residente en Oaxaca, trabajó con García durante un año en la planificación de las historias secuenciadas de este mural de 10 por 3 metros así como su inauguración y recaudación de fondos para cubrir los gastos. García y otros miembros del colectivo donaron su tiempo. La presentación del mural fue el último de una serie de simposios, circos y una calenda tradicional oaxaqueña con una procesión danzante de títeres gigantes, para crear conciencia en México y EE. UU. sobre las amenazas al maíz nativo y las raíces de México.

“Estas son personas que eran tan innatamente agrícolas que después de 10,000 años todavía conservan más de mil variedades de maíz”, dijo Wells, destacando la cultura indígena y campesina del maíz en todo el continente americano.

Tzeliee Ramírez, estudiante indígena Wixárika de Jalisco, comparte la historia del origen del maíz Wixárika como parte del evento de inauguración del mural.

El maíz ha ocupado los titulares recientemente debido a una disputa comercial en curso entre los EE. UU. y México a causa de la prohibición gradual pendiente en México del glifosato y la prohibición parcial del maíz transgénico, principalmente para su uso en el alimento básico, la tortilla. Pero el mural se concibió originalmente para celebrar una victoria menos prominente pero mucho más poderosa de los defensores del maíz nativo: el próximo décimo aniversario de la Demanda Colectiva Maíz contra el maíz transgénico, que resultó en una decisión de la Suprema Corte de Justicia de México de prohibir la producción de maíz transgénico en México.

Miembros del Proyecto Todas las Especies y de la Demanda Colectiva Maíz se reunieron recientemente junto con vendedores del mercado local, artistas, performers, estudiantes, autoridades de la ciudad y muchos otros asistentes para inaugurar el mural de García en el Mercado Sánchez Pascuas, y para rendir homenaje a ese largo y diverso movimiento que es singular porque integra arte, cultura y ciencia.

El Largo Camino del Maíz: MalaMadre Producciones en colaboración con el maestro de títeres Alejandro Jiménez Molina comparten este pequeño cuento con el objetivo de celebrar la decisión de la Suprema Corte en rechazar a la siembra del maíz transgénico en México.
Títeres gigantes de campesinos hacen acto de presencia en la inauguración del mural, con Doña Cecilia cargando el maíz sagrado sobre su cabeza y Don Ubaldo manejando los controles.

El mural que estuvo como telón de fondo de todo el evento presenta una exuberante y verde milpa en el valle de las tierras altas de Oaxaca, donde se ha cultivado un arcoíris de variedades de maíz durante más de 10,000 años. Durante milenios, las culturas indígenas han celebrado los cuatro colores principales del maíz: rojo, amarillo, azul y blanco, y una mezcla interminable de combinaciones y variedades. Sobrepuesto a esa milpa verde hay un elenco biodiverso de personajes: el venado, el jaguar y el gavilán colirrojo; está la mariposa monarca y otros polinizadores; hay frijoles, calabazas y quelites, verduras que se han desarrollado entre las docenas de diferentes plantas silvestres comestibles y medicinales que han evolucionado a partir de esta antigua agroecología, todas las cuales están cada vez más en riesgo por el surgimiento de la agricultura industrial moderna.

También representados en medio de la milpa están los elementos humanos detrás de ese ecosistema: los campesinos que durante milenios han desarrollado cientos de diversas variedades de maíz, cada una capaz de prosperar en su bioregión específica. Allí también está la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que admitió la apelación de la Demanda Colectiva en dos ocasiones, la más reciente en 2021, en impugnaciones de las empresas transnacionales de semillas Syngenta y Bayer-Monsanto. Están los manifestantes en las calles que han protestado por más de una década, sus pancartas dicen “Sin Maíz No Hay País” y “Fuera Monsanto”.

Y allí, quizás la figura más controvertida, es el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2020 emitió un decreto prohibiendo la importación de maíz transgénico, citando preocupaciones de que contaminaría variedades de maíz nativo, así como el herbicida glifosato, que se ha relacionado con un aumento en el cáncer y otras enfermedades. Actualmente, México importa alrededor de 17 millones de toneladas de maíz por año de los EE. UU., donde el 90 por ciento de los cultivos de maíz son modificados genéticamente.

En el mural aparece la imagen del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2020 emitió un decreto prohibiendo la importación de maíz transgénico.

El decreto presidencial, que debía entrar en vigor en febrero de este año, fue muy modificado bajo la presión del gobierno estadounidense, que ha venido argumentando que constituye una violación de los acuerdos comerciales internacionales. López Obrador se retractó del decreto original, pero se mantuvo firme en la prohibición del maíz transgénico para el alimento básico de todos los mexicanos: la tortilla y la masa que se usa para hacer otras comidas tradicionales. Las importaciones de glifosato (etiquetado en los EE. UU. como Roundup), el herbicida desarrollado por Monsanto para su uso con sus variedades de maíz transgénico “Roundup-Ready”, se eliminarán el 31 de marzo del 2024.

“Una planta transgénica de maíz es una planta plaguicida”, dijo la Dra. Ana Ruiz Díaz, líder de la Demanda Colectiva que habló en el evento de inauguración del mural. “¿Por qué? Porque expresa pesticidas en sí misma y porque quien la come transmite estas toxinas a sus descendientes. Ya sea ganado, ya sean insectos, ya sean seres humanos”. Ruiz también es autora de la primera versión del decreto presidencial.

Dra. Ana Ruiz Díaz, líder de la Demanda Colectiva contra el maíz transgénico que resultó en una decisión de la Suprema Corte de Justicia de prohibir la producción de maíz transgénico en México.

La Demanda Colectiva fue presentada el 5 de julio de 2013 por 53 personas, incluidos científicos, campesinos, apicultores, activistas ambientales y de derechos humanos contra Monsanto y otros gigantes agroindustriales, así como las Secretarías de Estado de México, Medio Ambiente y Agricultura. Los demandantes señalaron el sorpresivo descubrimiento de maíz transgénico en Oaxaca que había sido sembrado sin autorización y había contaminado cultivos en el campo de un agricultor cercano. La demanda sostuvo que el cultivo de maíz transgénico viola el derecho humano a la diversidad biológica del maíz nativo, y que el maíz nativo se contaminaría y se dañaría su vasta biodiversidad si se libera maíz transgénico a gran escala.

Apenas tres meses después, el 17 de septiembre de ese mismo año, un juez de 10 juzgados federales otorgó al colectivo una medida cautelar, impidiendo la siembra de maíz transgénico a nivel nacional mientras el caso avanzaba en los juzgados. Esa medida cautelar se ha mantenido hasta el día de hoy. El 13 de octubre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó la Medida Cautelar, manteniendo la prohibición de otorgar permisos para sembrar maíz transgénico en México. El alto tribunal afirmó además que los jueces en una demanda colectiva pueden dictar cualquier medida cautelar necesaria para proteger los derechos de un colectivo.

Ruiz Díaz de Demanda Colectiva elogió el mural como una forma de mantener viva la memoria de estos dos momentos decisivos en la historia legal de México. “Son dos resultados que celebramos porque la cúpula del Poder Judicial, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, falló en contra de las transnacionales y en contra del Ejecutivo Federal, es decir, en contra de las Secretarías de Medio Ambiente y Agricultura, y dictaminó a favor de los consumidores de maíz”.

“En muchos lugares de Oaxaca todavía tenemos la virtud de que hay un conocimiento campesino milenario que no vas a encontrar en las academias de biología o de ciencias” dijo Carlos Morales del Espacio Estatal del Maíz Nativo de Oaxaca.

Carlos Morales del Espacio Estatal del Maíz Nativo de Oaxaca, un colectivo de organizaciones de la sociedad civil y campesinas que trabajan por la defensa de la diversidad del maíz, habló de la importancia de las técnicas agrícolas tradicionales y ancestrales.

“En muchos lugares de Oaxaca todavía tenemos la virtud de que hay un conocimiento campesino milenario que no vas a encontrar en las academias de biología o de ciencias, y eso, curiosamente, es lo que aún tienen nuestros padres, nuestros abuelos o nuestros bisabuelos. A veces basta con escucharlos”. La transmisión de conocimientos es fundamental, dijo Morales.

“Así como les informamos sobre los transgénicos, también pueden compartir información sobre cómo se siembra el maíz en la Sierra Norte, cómo se realiza un ritual en el Istmo de Tehuantepec, cómo se conservan las semillas secadas al sol o almacenadas con ceniza, o con chile seco, epazote o hierba santa. Todo este conocimiento debe seguir consolidándose”.

Una pareja de campesinos lamenta la falta de energía y la mala salud después de un atracón de comida chatarra, como lo cuentan los titiriteros Alejandro Jiménez y Soleil Marela en la presentación inaugural de apertura del mural Maíz: Espíritu de la Tierra.

Alejandro Jiménez Molina, un maestro titiritero que ha sido llamado el Geppetto de Oaxaca, junto con su compañera Soleil Marela, dieron inicio a la inauguración del mural con una actuación cautivadora poblada de campesinos de madera, deidades zapotecas y un ajolote verde y esponjoso. Pitao Cozobi, el emplumado e imponente dios zapoteco del maíz, tuvo palabras selectas para un par de campesinos que se enfermaron después de cambiar a una dieta de crujientes totopos de maíz transgénico y refrescos y ya no tenían la energía para atender su milpa.

El nuevo mural del maíz fue inaugurado con un completo elenco de títeres de deidades del maíz y campesinos, maíces de varios colores y un amplio cartel de oradores y actores.

“El maíz es nuestra carne, nuestros huesos, nuestro ser, nuestra vida”, entonó Pitao Cozobi a través de la voz de su titiritero. “Esta es una batalla a muerte entre el antes y el ahora, estas fuerzas que pretenden cambiar lo que por más de 10.000 años han logrado los pueblos de Mesoamérica: un maíz que aún hoy sacia el hambre de muchos pueblos.

Para obtener más información sobre la demanda de la Demanda Colectiva Maíz contra el maíz transgénico, consulte su excelente sitio web: demandacolectivamaiz.mx.

Una versión anterior de esta historia apareció en inglés en Mexico News Daily.

La muralista Mariel García posa junto con algunos de los felices asistentes a la develación de su obra en el Mercado Sánchez Pascuas en Oaxaca.

Tracy L. Barnett

Glifosato


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