Observando las brillantes y plácidas aguas de la Laguna de Bacalar, a la fresca sombra de una palmera, es fácil imaginar que uno ha llegado a una especie de paraíso tropical donde el ruido y el tráfico y la contaminación de los imanes turísticos como Cancún son parte de otro mundo.
Pero Marco Jericó, fundador y director del grupo ambientalista Agua Clara Bacalar, es originario de Cancún y sabe, quizá mejor que nadie, la verdad detrás de la ilusión. Para bien o para mal, el mundo ha descubierto Bacalar. Durante mucho tiempo fue un remanso oculto que alberga la mayor comunidad registrada en el mundo de estromatolitos, los organismos más antiguos del planeta; el pequeño pueblo colonial y las impresionantes aguas multicolor están cambiando rápidamente. Sin una rápida, intensa y efectiva defensa ambiental, las cualidades únicas que la hacen una laguna de clase mundial desaparecerán rápidamente.
Esta entrevista es la primera de una serie llamada “Voces de Bacalar.”
Tracy: Comencemos con tu conexión personal hacia esta laguna. ¿Qué fue lo que te hizo decidir mudarte aquí y dedicar tu vida a su conservación?
Marco: Yo tenía un proyecto tocaba jazz fusión, Latin jazz, flamenco y recibimos una beca para hacer una gira cultural para visitar los municipios del estado de Quintana Roo. Fue en 2011, justo cuando Bacalar se hizo municipio.[1] La gira de conciertos la cerramos en el Fuerte de Bacalar.
La laguna es espectacular ahora, pero en 2011 tenía unos colores que eran todavía más brillantes y algo resonó dentro de mí muy fuerte en este lugar
Tiempo después mi madre me dijo que ella y mi papá pasaron su luna de miel en Bacalar – estuvieron 15 días aquí. Nueve meses después exactamente nací yo. Puede ser que haya sido gestado aquí. Es muy probable. Lo que es un hecho es que hay una resonancia muy fuerte. Tardó unos años en madurar, pero terminé decidiendo venir a vivir aquí en el 2015. Vine a trabajar durante un periodo breve pero intense en la industria hotelera.
Durante mi primer año de estancia en Bacalar hubo evidentemente un enamoramiento con la laguna. La reconozco – y es algo que comparto con otras personas; es que reconocemos a la laguna como un ser vivo, sentimos cariño y amor y respeto por ella -así la identificamos, como un ser único y especial, y así también la tratamos con este respeto, como a una abuelita muy sabia y muy buena que nos cuida a todos.
Desde esa conexión con la laguna nace el amor por lo que está sucediendo aquí a nivel biológico. Al conocer los estromatolitos, la biodiversidad biológica que hay, la naturaleza, el manglar – no soy biólogo pero percibí todos estos elementos – y es algo muy bonito.
Después poco a poco me di cuenta del impacto ambiental que está sucediendo. De repente había espuma en el agua; empezaron a aparecer peces muertos. Áreas que yo ya conocía sin impacto de repente empezaron a tener algas. A veces ciertos colores de la laguna empezaron a cambiar – de hecho ya estaban cambiando.
Hice un compromiso particular con la laguna, para protegerla, para cuidarla, y le prometí que haría lo que estuviera a mi alcance para cuidarla. Y partir del momento en que hice este acuerdo con la laguna, empezaron a suceder muchas cosas.
Entonces me entero en un grupo de WhatsAppde que hay una convocatoria para conformar lo que sería un comité de vigilancia ambiental, convocada por CEMDA – el Centro Mexicano de Derecho Ambiental – ellos ayudan y facilitan estos comités de vigilancia ambiental en diferentes lugares, y esos comités tienen la función de ser brazos auxiliares de PROFEPA.[2] Nos dieron un curso muy rápido, en los que nos dijeron de lo que trataba, y si queríamos participar de manera voluntaria en la formación de este comité. Por supuesto aceptamos.
Ahí nos encontramos varias personas que ya nos habíamos topado en varios escenarios relacionados con la conservación. Nos conocimos en varios eventos y pláticas de conservación y fue bonito encontrarnos ahí; hubo una complicidad entre los que estábamos casualmente llegando a esta convocatoria.
Esta invitación al comité de vigilancia ambiental llegó exactamente una semana después de que hiciera ese pacto con la laguna. Pedí que se me dieran los elementos para ayudar y justo una semana después llegó la invitación, y cambió mi destino.
Yo estoy convencido que la laguna hizo un llamado, está haciendo un llamado, pero es en un plano más sutil, no material; es un plano más energético, y resuena en el corazón de la gente. Ese llamado lo sienten muchas personas cuando vienen. Sienten la energía que tiene la laguna, se bañan en sus aguas, y luego se enteran de que se está contaminando, de que está cambiando, que se está muriendo poco a poco. Entonces el corazón se acongoja, y quiere responder de alguna forma. Y depende de cada uno de nosotros el nivel de respuesta.
Algunas personas lo sienten y accionan – hay diferentes niveles de compromiso. Hay diferentes acciones que pueden hacer; y todas son importantes. Todos los diferentes compromisos y acciones que se hagan siempre y cuando vengan de esa resonancia – este actuar desde el amor, desde la comprensión, desde la empatía, desde la comunidad – es cuando puede suceder la magia. Una persona o dos personas no son suficientes para que podamos hacer las acciones para que salvemos la laguna. Necesitamos accionar desde todos los sectores sociales. Necesitamos hacer un movimiento multi-sectorial ciudadano-empresarial.
Las funciones que empezamos a hacer en este comité de vigilancia ambiental al principio fue de funciones de observancia, de denuncia pasiva, y fuimos entendiendo cómo funcionaba el sistema – ambiental, sobre todo. En términos de legislación, en temas también institucionales. Cuáles son los niveles de responsabilidad que tiene cada instancia del gobierno, por ejemplo. ¿Cuáles son los instrumentos de ordenamiento territorial que se están aplicando en la zona, o que se deberían estar aplicando en la biorregión?
Tracy: ¿Cuándo tomaste la decisión de fundar Agua Clara?
Marco: Unos meses después de que formamos el comité de vigilancia ambiental – de hecho todo pasó muy rápido. La primera vez que nos reunimos para hablar del comité de vigilancia ambiental fue en octubre o noviembre del 2016. Y el nombre de Agua Clara se lo pusimos por ahí de febrero o marzo del 2017.
Muchos elementos se conjuntaron; el comité tiene un acuerdo de participación y un respaldo del acta constitutiva del comité con firma de PROFEPA, por ejemplo.
Pasamos mucho más allá de esta función de denuncia y empezamos a hacer acciones más concretas. Empezamos a impulsar la creación de un sistema de drenaje; empezamos a trabajar con otras organizaciones también, otras ACs, otra gente reaccionando desde la sociedad civil, justamente en este sentido. Empezamos a articular con la academia, empezamos a acercar a ECOSUR, empezamos a acercar a la UNAM, y empezamos a buscar, ¿cuál es la información que está disponible, y quien lo había realizado? Contactamos a Luisa Falcón, y fue dándose este proceso de una manera muy orgánica. Y empezamos a armar estrategias de acción – para empezar, identificar la problemática, y después crear la estrategia de solución y de incidencia para resolver cada problema.
Hay muchos factores sociales, politicos y ambientales, y demasiados sectores involucrados – sector energético, sector empresarial – ahorita estamos en el spotlightinternacional, como posible destino turístico con alto potencial – y estamos preocupados porque el modelo de desarrollo turístico que ha tenido el estado no contempla mucho los temas ambientales. El desarrollo urbano es muy homogéneo y con poco entendimiento del funcionamiento de ecosistemas, y también la importancia del agua en todo el acuífero y la relación que tiene la salud del acuífero con la salud no sólo de nosotros los seres humanos que vivimos aquí en los centros urbanos sino de toda la biodiversidad y todas las comunidades que vivimos en la región.
Hay una gran interconectividad – el agua transmite todo. No sólo transmite sonido transmite luz y también transmite contaminantes, por ejemplo. Es un excelente transmisor de todo. Y si echamos al agua la basura, contaminantes, agroquímicos – evidentemente en algún punto va a regresar a nosotros.
Entonces este entendimiento es un cambio de consciencia que implica al nivel colectivo que asumimos nuestra posición en este rol social y nuestra responsabilidad y tomemos cartas en este asunto.
Aquí es importante que todos intentamos a entender y difundir la información. Y todo esto que estoy platicando es un producto del entendimiento que hemos tenido la organización que parte de la raíz de la investigación – y del trabajo con gente que ya tiene mucho tiempo en este tema que nos han asesorado. Y trabajar también con los expertos – ahora agua clara tiene dos personas que estamos trabajando de tiempo completo, estamos yo y Shanty Acosta que es una bióloga de UNAM que se integró hace seis meses y ha sido fundamental en este proceso, y que ya facilitado mucho entendimiento en el aspecto biológico. Entonces creo que ahorita tenemos un buen panorama y estamos funcionando como un articulador entre la comunidad y los diferentes sectores de la sociedad incluyendo el sector empresarial, academia y el gobierno.
Hay posibilidades de hacer proyectos de alto impacto y realmente incidir del proceso de desarrollo social, transitando hacia un modelo ecológico sostenible que implica evidentemente un desarrollo económico pero ordenado.
Tracy: ¿Puedes contarme más sobre la estrategia de Agua Clara Bacalar, y los retos que están enfrentando?
Marco: En un principio empezamos con algunas acciones sin saber por dónde transitar, sin conocer bien la problemática, pero poco a poco fuimos haciendo un mapa de los actores, de los factores causantes del impacto ambiental que estaba afectando a la laguna. Tenemos el problema de la falta de un sistema integral de drenaje sanitario y pluvial, tenemos un crecimiento del turismo masivo que repite poco a poco el modelo de desarrollo del norte del estado (casos como Cancún, Playa del Carmen o Tulum, donde se han afectado a los ecosistemas por maximizar la utilidad en el corto plazo), tenemos el problema de la gran devastación de la selva pues la agroindustria y la siembra de monocultivos usan agroquímicos que ponen en riesgo la pureza del agua del acuífero, la biodiversidad e incluso la economía.
los apicultores han tenido pérdidas millonarias como consecuencia de la muerte de sus abejas por contacto con estos químicos, pero sobre todo, la salud de los pobladores residentes y turistas, pues esta agua que se contamina, es la misma que alimenta a la laguna de Bacalar.
Otra situación, son los motores de las lanchas que usan gasolina, por ejemplo, este podría ser el cuarto factor de contaminación ambiental.
Explico con más detalle algunos casos alarmantes:
Estas situaciones nos llevaron a diseñar estrategias y acciones hacia el saneamiento y una gestión sostenible del agua en la biorregión de la Laguna de Bacalar.
A un año de haber empezado hemos impulsado políticas públicas que den certidumbre y herramientas legales para proteger a la laguna, como la propuesta de nombrarla Área Natural Protegida. La población local y las comunidades no están involucradas en el tema ambiental, tienen resistencia al cambio, tienen poca cultura en cuanto al tema de la sustentabilidad: no separan la basura, la queman incluso, consumen de todo. Ése es el gran reto. Cómo lograr una transformación cultural en la población local para que valoren y eviten más contaminación en la Laguna.
Tracy: ¿Puedes explicar el papel del evento Consejo de Visiones – Guardianes de la Tierra “El Llamado del Agua”?
Marco: Justo hace un año llegaron unos emisarios a la Laguna de Bacalar de parte del Consejo de Visiones. No sabíamos qué era el Consejo. Ellos se acercaron y se interesaron en lo que estaba sucediendo respecto a la laguna. Y compartimos información y generamos conexiones entre la academia: biólogos, ambientalistas, estudiosos sobre los estromatolitos, analizando y poniendo información en la mesa cómo la forma en la que se relacionan los ecosistemas desde la selva hasta el gran arrecife de coral. Empezamos a trabajar, a socializar y compartir información con el Consejo Semilla del Consejo de Visiones (Cá y Santi y la Dra. Ana Ruiz). De ahí derivo la participación de Agua Clara como parte del Consejo de Ecología en el XV Consejo de Visiones El Llamado del Agua, Guardianes de la Tierra, del 26 de noviembre al 3 de diciembre de 2016.
Organizamos varios eventos: Foros (Del Agua y de Soberanía Alimentaria) y Mesas de Trabajo, donde invitamos y reunimos a los actores locales que tienen manera de influir en la laguna y su conservación. Para poder discutir las opciones y que se pudieran tomar acciones. Vinieron representantes del gobierno de Quintana Roo, del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y varios representantes de la sociedad civil, hubo dinámicas de procesos participativos y se llegaron a una serie de acuerdos y compromisos a los cuales se les está dando seguimiento.
Todos, tanto los locales tanto como los visitantes, se van con la responsabilidad de tejer una red y generar estrategias de acción, de participar en la conservación de la laguna. Los que nos quedamos aquí seguimos trabajando en impulsar políticas públicas para que el territorio sea manejado sosteniblemente. Como parte de Agua Clara, nos sentimos con mucha responsabilidad. Actuamos desde la conciencia de ser parte de un mismo organismo, de un todo.
Actualmente estamos trabajando para dar seguimiento a los compromisos hechos durante el Consejo de Visiones, y estamos planeando un segundo evento, orientado más hacia lo biorregional, para Noviembre del 2018.
Tracy: ¿Cómo puede ayudar alguien que esté leyendo esto?
Marco: Pueden hacer donaciones a Agua Clara [www.aguaclarabacalar.org]. Pueden sumarse con su conocimiento y experiencia viniendo a Bacalar. Y compartiendo la información. Estamos elaborando un programa de residencias ecológicas para recibir voluntarios y acercarse a las comunidades y socializar con ellas la información respecto a la importancia de conservar el equilibrio del ecosistema de la Laguna de Bacalar.
Manténte en contacto a través de nuestras redes sociales: Facebook: / Aguaclarabacalar; Twitter: @aguaclaraqroo; Instagram: @aguaclarabacalar.
[1]Bacalar solía ser parte del municipio vecino, Othón P. Blanco, fue creado en un momento en que el turismo en el área comenzaba a despegar, complicando el contexto regulatorio.
[2] La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, (PROFEPA) es un organism descentralizado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
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A que cuenta de banco se hace el depósito de las aportaciones económicas?
Estoy lista para empezar a hacer mi aportación mensual !!
Muchas gracias por preguntar, Rebeca! El equipo de Agua Clara Bacalar me informa que con una donación regular puedes recibir un informe mensual para ver cómo está trabajando tu donativo para proteger la laguna. Donativos pueden ser mandado a
Santander/ No. de Cuenta: 60-59491053-6
Clave Interbancaria: 014690605949105362
Para más información:
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Facebook: Agua Clara Bacalar
Twitter: @AguaClaraQRoo
Para un recibo de deductibilidad de impuestos, o mas preguntas relacionadas con donativos, puedes contactar a Nicole Solis a WhatsApp +52 222 113 7888