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Raíces Rizomáticas: Tran Dang sobre la resiliencia y las realidades de la deportación
By Tracy L. Barnett Posted in Mexico, Migración on 6 octubre, 2025 0 Comments
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Cuando a Tran Dang le preguntan por qué su organización lleva el nombre The Rhizome Center for Migrants (El Centro Rizoma para Migrantes), no duda en responder.

“Los rizomas brotan más raíces y más tallos de maneras inesperadas. Un rizoma simboliza un crecimiento sin principio ni fin. Para nosotros representa la resiliencia a través de las fronteras y los viajes interconectados.”

Para Tran, fundadora y directora del Rhizome Center, el rizoma es la metáfora perfecta para las personas a las que sirve: personas retornadas y deportadas que deben navegar realidades complejas de la vida en México después de haber sido arrancadas de Estados Unidos. Como los rizomas, sobreviven adaptándose, persistiendo y formando redes de manera no lineal.

Tran compartió su historia el 17 de septiembre en la American Society of Jalisco (AmSoc), ofreciendo una mirada a los retos que enfrentan las personas deportadas y a las redes frágiles pero resilientes que las sostienen.

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Tran Dang, fundadora del Centro Rizoma para Migrantes, habla en la 3ra Feria Gastronómica y Cultural en Guadalajara. “Creo que cuando vivimos en un mundo cada vez menos humano, debemos ser cada vez más humanos”, dijo ante la American Society of Jalisco a principios de este mes. (Foto de Tracy L. Barnett)

De hija de refugiados a fundadora

La pasión de Tran por los derechos de las personas migrantes es profundamente personal. Sus padres llegaron a Estados Unidos como estudiantes antes del final de la guerra de Vietnam. Cuando la guerra terminó, sus visas se convirtieron en estatus de refugiados.

Creciendo como hija de refugiados vietnamitas en Estados Unidos, fue testigo del impacto de la separación familiar.

“Recuerdo cuando mi madre vio a mi abuela por primera vez después de 30 años. Recuerdo lo que significó poder crecer en Estados Unidos junto a mis tíos y primos, y lo que implicó para ellos empezar de nuevo”, recordó.

Esa experiencia de desplazamiento forzado e integración sembró la semilla de su trabajo posterior.

Cuando se mudó a México en 2016, la maquinaria de deportación del gobierno de Trump ya estaba en pleno auge. Viviendo en Guadalajara, no pudo ignorar lo que ocurría a su alrededor. Así, esta abogada especializada en derechos humanos y en migración decidió fundar The Rhizome Center como una forma de tender la mano.

Una mujer, una oficina, miles de vidas

Hoy, Rhizome está registrada como organización sin fines de lucro en Estados Unidos. Pero en términos prácticos, es Tran quien, con base en Guadalajara, ha construido una red de apoyo tanto en México como en Estados Unidos para responder a las necesidades más urgentes.

“Actualmente soy la única empleada en The Rhizome Center, pero estamos creciendo y contamos con mucho apoyo comunitario.”

Además de ser abogada, Tran proviene del mundo empresarial. Aprovecha su formación en derecho, negocios y comunicación para encargarse de todo: desde casos legales hasta actividades de divulgación. Con solo voluntarios y alianzas como respaldo, Tran equilibra asistencia legal, incidencia, respuesta a crisis, eventos comunitarios, recaudación de fondos e incluso el sitio web y los gráficos de la organización.

Pero no tarda en subrayar que la verdadera carga recae sobre las personas a las que sirve.

“Cuando te deportan a un lugar hostil, todo está en tu contra. Estás contra el gobierno mexicano. Estás contra el gobierno estadounidense. A nadie le importas. Nadie entiende. Y no tienes hogar.

La vida de las personas está en juego. Y quiero que quienes vienen a mí sepan que entiendo su urgencia, y la igualaré.”

Veteranos deportados y ciudadanos olvidados

Uno de los frentes más urgentes de Rhizome es el regreso de veteranos deportados. Ante la sorpresa de la audiencia, Tran confirmó la inquietante realidad:

“Sí, Estados Unidos deporta a sus veteranos. Deporta refugiados, adopciones, incluso ciudadanos estadounidenses; a cualquiera que se imaginen.”

Tran relató el caso del veterano del ejército estadounidense José Tinajero, a quien conoció en Guadalajara y que llevaba 25 años deportado. Tran tomó su caso y logró traerlo de regreso.

“Logramos que volviera a Estados Unidos. Logramos que acudiera a su entrevista de ciudadanía. Calificaba por su servicio militar, pero nunca había tenido un abogado que lo ayudara a navegar el proceso. Hoy es ciudadano estadounidense, vive en el estado de Washington y estudia su maestría en administración de empresas a los 60 y tantos años.”

El Rhizome Center forma parte de la Deported Veterans Coalition, que impulsa cambios de política y, al mismo tiempo, atiende casos individuales. Es un trabajo meticuloso: reabrir casos de residencia, solicitar indultos y gestionar permisos humanitarios para reunir familias.

“Cada caso que tomo es un caso que ya se ha perdido.”

El costo humano de un “abrazo de dos segundos”

Tran también habló del programa oficial del gobierno mexicano para personas deportadas, llamado México te Abraza, y lo calificó de insuficiente.

“Yo le llamo el ‘abrazo de dos segundos’”, dijo.

Explicó por qué: los deportados pueden recibir una breve estancia en un albergue, una credencial temporal y una tarjeta de débito de 2,000 pesos, pero poco más. En menos de 72 horas se espera que salgan y comiencen una nueva vida, a menudo sin documentos, sin empleo y sin hogar.

Algunos terminan viviendo en parques. Otros se quedan con familiares que no tienen tiempo para acompañarlos de oficina en oficina. Muchos hijos e hijas de deportados nacidos en Estados Unidos enfrentan sus propios desafíos, creciendo indocumentados en México y sin poder asistir a la escuela ni acceder a la atención médica.

“Hay unos 287,000 menores nacidos en Estados Unidos que viven en México sin la documentación necesaria para regularizar su estatus.”

Para muchas familias, The Rhizome Center se ha convertido en un puente vital hacia la documentación, los servicios y la estabilidad.

“Como hija de refugiados vietnamitas que vivieron la separación familiar y el desplazamiento forzado, y como estadounidense viviendo en México, no fue un gran salto para mí preocuparme por otros que han sido desarraigados y están lejos de su hogar”: Tran Dang. (Foto de Tracy Barnett)
Construyendo pertenencia a través de la cultura

Más allá de la asistencia legal y la respuesta a emergencias, Tran ve la narrativa y la cultura como herramientas de sanación.

El Rhizome Center organiza concursos de ensayo para jóvenes nacidos en EE.UU., exposiciones fotográficas sobre identidad y festivales públicos. El Chicano Fest anual —iniciado por un líder comunitario deportado y organizado con apoyo del Rhizome Center— se ha convertido en un vibrante encuentro cultural. Cada septiembre, Rhizome también celebra su Feria Gastronómica y Cultural del Día del Migrante, que este año contará con más de 30 artistas, músicos, artesanos y cocineros migrantes y refugiados.

“Estos eventos crean espacios donde las personas deportadas y otras con experiencias migratorias pueden reconectarse con su identidad y encontrarse con quienes están en un camino similar.”

Siguiendo la necesidad

Cuando se le preguntó por qué eligió dedicar su trabajo a las personas deportadas mexicanas, respondió:

“Como hija de refugiados vietnamitas que vivieron la separación familiar y el desplazamiento forzado, y como estadounidense viviendo en México, no fue un gran salto para mí preocuparme por otros que han sido desarraigados y están lejos de su hogar.”

En Guadalajara, ha construido una red que refleja el propio rizoma: interconectada, resiliente y siempre echando nuevos brotes.

Una respuesta humana

En última instancia, Tran cree que su trabajo se reduce a la compasión. Compartió cómo muchas de las personas que atiende le dicen que ella es la primera en reconocer su dolor.

“Lo que escucho una y otra vez es: ‘Eres la primera persona que me dice: lo siento por lo que estás pasando’. Cuando vivimos en un mundo cada vez menos humano, hay que ser más humanos. Esos pequeños gestos significan muchísimo.”

Como el rizoma mismo, The Rhizome Center crece extendiendo raíces en lugares inesperados —conectando a las personas deportadas con recursos, comunidad y dignidad a través de las fronteras.

Tran cerró su charla con una invitación sencilla:

“Ayúdennos a difundir la palabra. Voluntariados, donaciones, compartir información. Que más personas sepan que The Rhizome Center es un recurso.”

Sigue a The Rhizome Center en Instagram: @therhizomecenter
O comunícate por WhatsApp al +52 33 2182 0836.

Esta historia fue publicada originalmente en The Guadalajara Reporter y es compartida aquí con autorización.

Tracy L. Barnett

Centro Rizoma para Migrantes Rhizome Center Tran Dang


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