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Un río bajo asedio: Comunidades de Sonora dicen no a nuevas presas
By Tracy L. Barnett Posted in Activismo, Agua, Mega Presas on 24 septiembre, 2025 0 Comments
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HERMOSILLO, SONORA — A las ocho de la mañana de un sábado sofocante, una caravana de camionetas y autos salió del pueblo serrano de Bacoachi, con mantas ondeando en el viento desértico. Familias se asomaban por las ventanas agitando carteles que decían “¡No a las presas!” mientras la Megacaravana iniciaba su recorrido de 262 kilómetros por toda la zona serrana. En el camino se fueron sumando más vehículos, hasta que casi 70 autos—y unas 600 personas— llegaron al distrito universitario de Hermosillo. Ya los esperaban ahí habitantes de la ciudad en las escalinatas del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora, bajo un sol implacable de 45 grados.

Para organizadores como Isabel Dorado Auz, profesor universitario y activista de Ciudadanía Activa Sonora, la caravana de 30 agosto fue más que una protesta: fue un acto vivo de resistencia y educación.

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Los habitantes de la comunidad se están movilizando en Sonora para oponerse a tres proyectos de presas planeados, los cuales, dicen, volverán la región casi inhabitable. (Foto: Liliam Urías)

Por qué los habitantes de Sonora están protestando contra los nuevos proyectos de presas

Esa resistencia volvió a sentirse apenas una semana después, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum visitó Hermosillo el 6 de septiembre. Habitantes del Río Sonora se manifestaron afuera de su evento, retomando el llamado de la caravana para frenar el plan del gobierno estatal de construir tres nuevas presas en la cuenca —Sinoquipe, Puerta del Sol y Las Chivas— como parte de su Plan Hídrico Sonora. Las autoridades sostienen que los proyectos son necesarios para asegurar el abasto de agua de Hermosillo, una capital desértica de casi un millón de habitantes que pierde más de la mitad de su suministro por fugas.

Ante los manifestantes, el gobernador Alfonso Durazo dijo que la administración mantiene diálogo con los ejidos opositores a las presas. Su descontento, argumentó, se debe a una falta de información, y aseguró que “todo lo que hagamos será en acuerdo con la comunidad”.

Manifestantes reunidos en Hermosillo, Sonora para protestar contra los nuevos proyectos de presas. (Foto de Liliam Urías)

Los líderes comunitarios rechazan la insinuación de que no entienden el proyecto —aunque reconocieron el compromiso de Durazo de no avanzar sin el consentimiento de las comunidades. “Si no los convencemos no habrá presas,” dijo el gobernador a los habitantes del Río Sonora, según una publicación en la página de Facebook de Ciudadanía Activa Sonora. El grupo resaltó la frase en letras grandes, superpuestas sobre la imagen de un río libre.

“Desde el año pasado estamos visitando a cada una de las comunidades rurales. Son alrededor de 25 mil personas las que viven en esa zona,” explicó. “La idea es ir informando a la gente sobre la situación que se viene e invitándole a que participe en este movimiento.”

La situación es el plan del gobierno estatal de construir tres nuevas presas en la cuenca del Río Sonora —Sinoquipe, Puerta del Sol y Las Chivas— como parte del Plan Hídrico Sonora. Las autoridades dicen que los proyectos son necesarios para garantizar el agua de Hermosillo, una capital desértica de un millón de habitantes que pierde más de la mitad de su suministro por fugas.

Pero para las comunidades a lo largo de los ríos Sonora y San Miguel, las presas representan una amenaza existencial. Muchos las ven como una continuación de décadas de mala gestión hídrica que empezó mucho antes del derrame tóxico de 2014, cuando se vertieron 40 mil metros cúbicos de desechos mineros al río. Ese desastre, aún sin resolverse, fue invocado repetidamente durante la caravana como una advertencia de lo que pasa cuando los intereses corporativos y gubernamentales se imponen sobre la voz comunitaria.

Ecos de El Molinito

Los agricultores aquí saben lo que una presa puede hacerle a un río vivo. El ingeniero Ismael Limón, ejidatario y exlíder de la unidad de riego del Ejido Molino de Camou, recuerda el día de 1991 cuando se inauguró la presa Rodolfo Félix Valdés —mejor conocida como El Molinito— justo aguas arriba de su pueblo.

“A raíz de la construcción de la presa El Molinito vino el declive de la agricultura,” dijo. Un estudio posterior del hidrólogo Rolando Díaz Caravantes documentó el daño: entre 1994 y 2012, la superficie agrícola de riego aguas abajo se redujo de 9,000 a 3,000 hectáreas. “La vegetación ribereña… se cambió por vegetación desértica, matorral. Hay comunidades que no tienen ni siquiera una gota de agua en su pozo.”

Los habitantes del Río Sonora temen que nuevas presas los dejen sin agua para sus actividades agrícolas. (Foto de Liliam Urías)

Limón, quien cultivaba entre cuatro y cinco hectáreas como la mayoría de sus vecinos, vio colapsar su sustento. “La actividad agrícola y ganadera está prácticamente paralizada porque nosotros somos pequeños productores. Entonces la familia depende de lo que produce en la agricultura y de su ganadera… pero ahorita prácticamente ya no hay agua de riego para cultivo.”

Minería Industrial vs Agricultura

Mientras tanto, la minería industrial —particularmente Buenavista del Cobre de Grupo México en Cananea— nunca frenó su producción. “La minería tiene concesionados más de 50 millones de metros cúbicos de agua en el nacimiento del río Sonora,” señaló Limón. “Ese volumen es suficiente para llenar la presa del Molinito en dos años.”

Castro respondió que en años de sequía la CONAGUA ha dado prioridad al abasto urbano sobre la agricultura, tal como lo establece la Ley de Aguas Nacionales. Agregó que aguas abajo de El Molinito siguen concesionados casi 4 millones de metros cúbicos para unas 660 hectáreas de tierras agrícolas.

¿Agua para quién?

Según la Ley de Aguas Nacionales, el consumo humano tiene prioridad, seguido por la agricultura y finalmente la industria y el uso recreativo. Pero en Sonora, dijo Dorado, ese orden se ha invertido. “El 55% de los derechos de agua, donde nace el río Sonora, es para la actividad minera,” dijo tajante.

La CONAGUA rechaza esta cifra. Castro señaló que las concesiones industriales en la cuenca representan apenas el 4% del total, frente al 83% para agricultura y el 11% para uso urbano. Reconoció que la minería es la actividad dominante en Cananea, pero argumentó que la distribución del agua “responde a la vocación productiva de cada región.”

Comunidades que antes prosperaban con la agricultura y la ganadería de pequeña escala ahora se ven obligadas a acarrear agua en pipas mientras las corporaciones consumen decenas de millones de metros cúbicos. “A los pequeños productores… no los dejaron sembrar absolutamente nada. Pero la minería… no ha dejado de producir un solo gramo de cobre o de oro,” añadió Limón.

Para los manifestantes de la Megacaravana, la verdadera pregunta detrás de los proyectos de presas es esta: ¿Quién se beneficia? (Foto: Liliam Urías)

Para los participantes de la caravana, este es el corazón del asunto: ¿quién se beneficia de estos proyectos y quién paga el costo? Muchos residentes creen que las presas tienen menos que ver con abastecer a Hermosillo y más con asegurar agua para la minería y desarrollos inmobiliarios. “En el fondo, hay un proyecto inmobiliario… Esa es la principal motivación que nosotros vemos por parte del gobierno del estado,” acusó Limón.

Un llamado a la consulta

Lo que más indigna a los pobladores es la falta de transparencia. A pesar de las promesas repetidas del gobernador Alfonso Durazo y de las dependencias federales, las comunidades no han recibido ni los estudios técnicos más básicos —ni de impacto ambiental, ni de impacto social, ni de mecánica de suelos, ni de costo-beneficio.

El director de la Comisión Estatal del Agua, Ariel Monge, contraargumentó que la comisión ha estado en diálogo con los núcleos ejidales del municipio de San Pedro de Ures, donde los ciudadanos de hecho han solicitado presas “desde hace más de 100 años.” Agregó que la actual presidenta del ejido San Pedro, Eduviges “Vickita” Martínez Navarro, ha cambiado su postura tras participar en mesas de información del gobierno, y que ahora busca garantías jurídicas que aseguren que los beneficios de cualquier proyecto se mantengan de forma permanente.

Sin embargo, Martínez se había manifestado enérgicamente en contra de las presas en un video publicado en Facebook apenas unas semanas antes, declarando: “Es un no rotundo a las presas.” Consultada por Mexico News Daily para aclarar su posición, Martínez no respondió.

A los manifestantes en Sonora les gustaría ver que se debatieran públicamente los nuevos proyectos de presas (Foto de Liliam Urías)

Castro respondió que la CONAGUA proporcionó la información técnica disponible a grupos ciudadanos el 19 de agosto y que ha mantenido reuniones con los sectores rural y agrícola durante meses. Los organizadores argumentan que, hasta la fecha, no han recibido los estudios básicos que han estado exigiendo.

Los organizadores han exigido debates públicos y una consulta genuina. “¿Por qué no dejan participar al pueblo en la toma de decisiones? ¿Por qué les quieren imponer este proyecto?” preguntó Dorado.

Alternativas sobre la mesa

Durante años, académicos y líderes rurales han ofrecido soluciones a la escasez de agua de Hermosillo que no requieren represar los ríos:

  • Reparar fugas: Con una eficiencia menor al 50%, arreglar la red de distribución de Hermosillo podría garantizar agua “por veinte o treinta años más.”
  • Recarga de acuíferos: Mediante captación de lluvia, galerías filtrantes y pozos de inyección. “Hay muchos tipos de recarga que se pueden hacer en la cuenca para recuperar el ciclo hidrológico,” dijo Limón.
  • Tratamiento de aguas residuales: Hermosillo trata solo una fracción de sus aguas negras. “Si aprovecháramos al 100% el agua residual… otra sería la historia,” argumentó Limón.
  • Reforestación urbana: Plantar un millón de árboles ayudaría a restaurar microclimas, reducir el calor y retener la lluvia.

Estas propuestas no son nuevas. Se han presentado repetidamente a autoridades municipales, estatales y federales, pero poco ha cambiado. “Necesita haber voluntad política… y quieren resolverle a la industria minera un problema, aunque a Hermosillo le vaya como le vaya,” dijo Limón.

Resistencia en el terreno

En Puerta del Sol, donde se planea una de las presas, los habitantes ya han corrido a cuadrillas y “sacaron a los siervos de la nación… a pesar de que estaba la Guardia Nacional enfrente.” En Ures, otro sitio previsto, más de 40 vehículos se unieron a la caravana en solidaridad.

Las comunidades han organizado guardias y se han comprometido a movilizarse si llega maquinaria. “Todas las comunidades coincidieron en que no van a permitir la construcción de las presas porque atentan contra su modo de vida,” dijo Dorado. “La gente anda muy molesta y esto puede estallar en un conflicto social.”

La oposición a los proyectos de presas tiene el potencial de estallar en un conflicto social, advierten los manifestantes. (Foto: Liliam Urías)

Las referencias a 2014 nunca están lejos. Ese año, la mina de Buenavista del Cobre derramó sulfato de cobre ácido en los ríos Sonora y Bacanuchi, contaminando el agua de 22,000 personas. Las promesas de remediación —plantas potabilizadoras, un hospital de especialidades, fondos de compensación— nunca se cumplieron plenamente. Ese recuerdo alimenta la desconfianza hoy. “No se cumplió con el hospital… no se cumplió con las plantas potabilizadoras… un largo etcétera,” señala la convocatoria de la caravana.

“Es más importante la vida”

Para muchos aquí, las apuestas no podrían ser más altas. Limón resumió el sentir que resonó en toda la caravana: “La gente de Sonora dice queremos vivir, sí, aunque no se produzca el mineral. Es más importante la vida que los minerales que está produciendo Grupo México.”

La lucha también se ha convertido en un llamado moral a las y los líderes del país. Dorado recordó haber abordado a la presidenta Claudia Sheinbaum en Bavispe a principios de este año, invocando su formación como científica ambiental. “Nosotros abordamos a la presidenta porque es científica, porque fue secretaria del Medio Ambiente en la Ciudad de México, y esperamos de ella tener más empatía,” dijo. Pero hasta ahora, señalan, su administración no ha actuado con firmeza.

La demanda es clara: Queremos que esté del lado del pueblo y no del lado del poder económico… No se vale que con el poder político, aliado con el poder económico, le den un golpe fatal a los ecosistemas.”

La tendencia global

La lucha de Sonora resuena más allá de México. En todo el mundo, gobiernos y científicos están repensando el papel de las presas, con la ONU y agencias ambientales advirtiendo que la nueva construcción a menudo causa más daños que beneficios. Incluso la Secretaría de Medio Ambiente de México publicó en 2020 que construir más presas era “inviable.”

“No se recomienda la construcción de nuevas presas porque son más los daños que ocasiona que los beneficios. Y que el río fluya libremente. De eso se trata,” dijo Dorado.

Los opositores a los proyectos de la presa han pedido públicamente el apoyo de la presidente Claudia Sheinbaum (Foto: Liliam Urías)

Para los participantes de la caravana, los ríos son más que fuentes de agua: son líneas de vida culturales, ecosistemas que describen como “los pulmones del estado y del país.” Su defensa, dicen, no es solo por sobrevivencia, sino por preservar la salud de la tierra para las generaciones futuras.

Después de la caravana

Mientras el sol abrasaba las calles de Hermosillo, los manifestantes se negaron a retirarse a la sombra. “Era una sensación térmica de 50 grados centígrados… pero es tanto el coraje, es tanta la indignación que la gente dijo, no, aquí no nos movemos hasta que termine,” recordó Dorado.

Lo que sigue es incierto. Las autoridades siguen prometiendo diálogo, pero los documentos técnicos siguen bajo llave. Las comunidades insisten en que no aceptarán imposiciones.

Por ahora, la caravana se mantiene como una declaración de intención: de Bacoachi a Hermosillo, residentes rurales y urbanos uniendo voces para decir no. “Queremos conservar nuestro estilo de vida, nuestras tradiciones… y las presas únicamente van a venir a poner un desorden total,” dijo Limón.

Esta historia fue publicada originalmente en inglés en Mexico News Daily y es reposteada aquí con autorización.

Tracy L. Barnett


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