AGUASCALIENTES, México — Saúl comenzó su carrera como recolector de basura o reciclador, popularmente conocido como “pepenador”, cuando tenía seis años. Ahora, con 60 años, se gana la vida de forma independiente clasificando y revalorizando materiales que los 11 municipios de su estado (con una población total de 1.1 millones de habitantes) tiran en el Relleno Sanitario de San Nicolás.
Al igual que sus otros 200 colegas, que también trabajan por cuenta propia en dicho relleno, él juega un papel importante en un país con un sistema de reciclaje marginal. Pero ha sido una vida dura, con condiciones peligrosas y bajos salarios. En el 2019, ellos vieron una oportunidad de progreso en la decisión del Municipio de Aguascalientes de contratar a una empresa para operar un centro integral de valorización de residuos sólidos urbanos. Sin embargo, las negociaciones sobre el contrato de 15 años no llegaron a buen puerto.
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Hoy los recolectores no están mejor que antes. Todavía no son elegibles para los salarios, el seguro médico o las prestaciones que reciben otros empleados de gobierno. Exasperado, Jesús dice:
No nos dijeron ni salarios, nomás nos dijeron cosas bonitas, lo que siempre le dicen a uno pa que uno entre: comedor, becas pa los niños, y todas esas cosas
Jesús Medrano
Los recicladores pedían alrededor de $100 mil pesos cada uno, a cambio de dejar los reciclables para uso y transformación de la empresa privada. La CTM y la CNOP, confederaciones que brindan cuentas de ahorro a los recicladores que les pagan cuotas, negociaron una indemnización por despido de solo $55.000 pesos. Pero incluso eso desapareció cuando la ciudad anuló el contrato de Promotora Inmobiliaria Majahual (PIMSA) por no presentar la documentación obligatoria ante las autoridades fiscales federales.
Fueron muchas las propuestas y poco el porcentaje que nos daban para retirarnos”, dice el pepenador Santiago. “No descartamos que el día de mañana privaticen este relleno sanitario. Esto que nos sucedió nos abre los ojos para pedir lo justo
Santiago Acosta
La siguiente línea del tiempo detalla las inconsistencias legales, presupuestarias y técnicas que llevaron a la caída del proyecto.
Persiste la necesidad patente de atender a los prestadores de servicios no asalariados cuya labor asegure al menos algo de reciclaje. los problemas de residuos se acumulan en Aguascalientes. La generación, recolección y disposición de residuos sólidos urbanos de este pequeño estado central han aumentado. Actualmente, la producción promedio estimada de desechos sólidos urbanos supera las 1 mil 330 toneladas por día. Eso es más que las 800 diarias del 2001, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat.
El estado está lejos de estar a solas en su predicamento. Humberto Tenorio, presidente de Conciencia Ecológica Aguascalientes, dice a El Proyecto Esperanza:
El plan que tenía el gobierno estatal de instalar una planta de residuos no funciona”. Además, en más de dos docenas de lugares en todo el país, planes similares han fallado “porque no se separa la basura de origen y lo que se produce es una mezcla maloliente de un aspecto revuelto”. Es más, concluye, “¡Debemos reducir nuestros residuos!
Humberto Tenorio
La Semarnat dice que la cobertura de recolección nacional proporcionada por trabajadores del servicio público remunerado y contratistas privados del gobierno es del 83.87 por ciento, Es decir 16% de la basura del país no está siendo recogida. Y la situación no está mejorando. Esta cifra es 0.06 por ciento inferior a la tasa calculada en 2012. Asimismo, el 81 por ciento de los sitios de disposición final no tienen control sobre el tipo y la cantidad de residuos que ingresan a ellos. En otras palabras, los desechos peligrosos podrían acumularse en lugares no autorizados e inadecuados para manejarlos.
Adicionalmente, el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos del gobierno federal, muestra que más de 1 mil 440 sitios de disposición final (65 por ciento del total) terminaron su vida útil en 2020.
Tenorio dice que la sociedad debe cambiar de un modelo lineal a uno circular de producción y consumo. Este modelo enfatiza los esfuerzos para reducir el diseño y la práctica derrochadores, maximizando el valor de todos los recursos — incluidos los recursos humanos — en la cadena de suministro. Su viabilidad depende en gran medida de la conciencia de la necesidad de controlar la fabricación y el uso de artículos no aptos para reutilizar.
El artículo 1 de la Ley General Para la Prevención y Gestión Integral de Residuos señala que se debe crear un sistema de información relativa a la generación y gestión integral de los residuos. No así, el Sistema Informático de Sitios Contaminados (SISCO), carece de información actualizada en este rubro.
Aguascalientes adolece de monitoreo e innovación limitados para el desarrollo de políticas de manejo integrado de residuos sólidos urbanos. Los resultados son una débil participación ciudadana, basureros clandestinos, contenedores de basura desbordados, y brotes infecciosos en medio de una crisis de salud pública pandémica.
En este sector, algunas de las instituciones y autoridades involucradas han preferido no generar datos de los que eventualmente tendrían que hacerse responsables. La Secretaría de Servicios Públicos admitió “no tener un registro de los antiguos vertederos de residuos sólidos urbanos, debido a los constantes cambios de administración a los que está sometida.”
En cambio, este fenómeno puede ser descrito por quienes lo han experimentado en carne y hueso. Saul, que ha peinado personalmente los vertederos, parece tener en su cabeza un archivo más completo que el de las autoridades. Miembro de la familia de los fundadores de la CTM, se afilió al sindicato a una edad temprana. Él recuerda que empezó en un tiradero clandestino cercano a su casa a lado del vital río San Pedro, el único corriente de aguas superficiales del estado. Cuenta que ahí la basura se quedaba a la intemperie porque, según decía el dueño del rancho, le servía como fertilizante para las cosechas.
Ya después se cambió al centro de la ciudad y así continuó desplazándose por múltiples tiraderos hasta llegar al Relleno Sanitario de San Nicolás, en donde trabaja actualmente.
Dice que antes del relleno sanitario trabajaban unas 20 personas en cada basurero, la basura no se enterraba como ahora, y los sitios no duraban más de dos o tres meses.
Vea un mapa de los basureros en los que Saúl, junto con otros recolectores, trabajó a lo largo de su vida.
Unos 22 millones de clasificadores de residuos no asalariados en todo el mundo manejan entre el 30 y el 80 por ciento del material desechado en muchas ciudades. A nivel estatal se estima que 6 mil recicladores no asalariados trabajan en el sector informal. Mientras persista la mentalidad de usar y tirar, servirán como baluarte contra la pérdida de recursos valiosos. Trabajando en las calles y vertederos, capturando y dándole vida nueva a materiales desechados.
Además, laboran sin protección sanitaria adecuada y sin prestaciones de seguridad social. Son vulnerables a violaciones de derechos humanos y laborales. Están expuestos a una mezcla tóxica de productos químicos peligrosos. Estigmatizados con un historial de marginación económica y buscan incorporarse a la economía formal organizándose para exigir un salario digno.
Su empeño abre caminos hacia una mejor salud y bienestar para sus familias y sus comunidades. Al recolectar y separar materiales reutilizables o reciclables por su propia voluntad, alivian la creciente carga de los desechos sólidos municipales mal administrados. Las políticas del reciclaje inclusivo apuntan a incorporarlos a la fuerza laboral asalariada. Sin embargo, abundan los obstáculos para su participación. En consecuencia, los grupos de base abogan por mejores salarios y prestaciones para ellos; mientras ayudan a los consumidores a reducir y separar sus desechos.
Arnold Ricalde, líder del grupo Organi-K A.C., señala que el esfuerzo, sin duda debe acompañarse de la incorporación del tema de la gestión de residuos en el Plan Nacional de Desarrollo y en los Programas y Proyectos Prioritarios del Gobierno Federal.
En la Parte 2, El Proyecto Esperanza examina la participación ciudadana y su potencial para impactar la política del gobierno
*Puedes encontrar el contenido de este reportaje también publicado en la página web de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales (REMPA)
Sin duda alguna se trata de un problema complejo en el que se ven involucrados muchos participantes ( ciudadanos ,trabajadores ,autoridades etc.) Un asunto no menor que tiene sus raíces en el consumismo ,materialismo e injusticia social promovidas por el Capitalismo y su ambición .
En efecto Hugo, esperamos que pronto leyes sobre reciclaje inclusivo lleguen a emprenderse en nuestro país, saludos y gracias por la lectura y el compromiso.
De acuerdo, Hugo, gracias por la lectura.
Es información importante, que nos sencibilizar a
las injusticias de estás personas vulnerables.