El 21 de Marzo el Teopantli Kalpulli se celebró, junto con la primavera, la primera en lo que promete ser una serie continua de festivales de vida alternativa con el fin de inspirar un movimiento en la conciencia humana. Esta pequeña comunidad de solo 22 familias ha tenido una influencia mucho más allá de su tamaño, desde que fue fundado como un ashram fuera de Guadalajara, México, en 1983. Desde entonces, su misión ha evolucionado y ampliado, pero siempre se ha mantenido fiel a su objetivo: Elevar el espíritu humano en la búsqueda de una mayor conexión con lo Divino.
Treinta y un años es mucho tiempo para que una comunidad intencional puede sobrevivir, y éste ha tenido sus luchas. Pero para un fin de semana en marzo, los fundadores y los recién llegados por igual parecían estar de acuerdo: Ha sido bien vale la pena el sacrificio.
El programa era ambicioso: cerca de 60 actividades diferentes, incluyendo paneles de discusión, presentaciones, talleres, ceremonias y paseos. Incluyó una pista completa de clases de yoga dirigidas por Eymos Rivera y Verónica del Alba, incluyendo enfoques innovadores como acro-yoga y el yoga maya; una pista llena de talleres ecológicos y presentaciones dirigidas por Beatriz Cárdenas y Erandi Dias Cevallos; otra pista para los niños, que ofrecía el equipo animado y creativo de Alejandro Vela, un artista y terapeuta de salud mental con base en Guadalajara; y aún otra pista se centró en el desarrollo espiritual, el corazón y el alma de la obra de Teopantli Kalpulli.
Temazcales, para los jóvenes y para los adultos, estaban llenos a reventar. Cocina vegetariana y vegana fue proporcionada por los propios productores vegetarianos de la comunidad, y la música, la danza y el canto llenó el aire.
Las actividades más asistidos fueron en torno a la visita del Abuelo Suaga Gua Ingativa, un anciano del pueblo Muisca en las tierras altas de Colombia. Abuelo Suaga compartió la Ceremonia de la Tercera Luna de su pueblo.
El domingo, Abuelo Suaga presentó “Despertando al Soñador, Cambiando el Sueño,” el simposio de la Alianza Pachamama, una poderosa presentación dirigida a motivar a los oyentes a organizar para una nueva, regenerativa cultura global.
Justo antes de la puesta del sol, los Krishnas aparecieron en una visita sorpresa con una oferta de un postre vegano y una actuación musical. Pronto un gran círculo de baile estaba tejiendo un camino de ida y vuelta bajo cielos brillantes, los ritmos de tambores aztecas mezclando con los de las Indias Orientales. Luego, bajo la luna llena brillante, el Tipi del Kalpulli se llenó de más participantes para la presentación del Abuelo Suaga, “El mundo de las relaciones”, una serie de ejercicios emocionales para la apertura del corazón que no terminó hasta casi la madrugada.
Los asistentes eran reacios a salir, y muchos se quedaron la noche y hasta el siguiente día para disfrutar de una comida gourmet vegetariana preparada por Ignigo Chante Candela, uno de los presentadores que también pasa a ser un chef independiente. La magia no paró hasta mucho después de que el último cliente se había ido, y una Nueva Humanidad contempla su siguiente movimiento.